La Estructura del Primer Franquismo: Política Interna, Oposición y Neutralidad en la Segunda Guerra Mundial
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1.1. Los Problemas de la Oposición al Franquismo
Al terminar la Guerra Civil, muchos españoles se exiliaron, originando la conocida como «España peregrina». Los destinos principales de este exilio fueron:
- Francia
- Rusia
- México
Se mantuvo un Gobierno Republicano en el exilio, y los monárquicos se agrupaban en torno a Don Juan de Borbón. El Partido Comunista alentó la oposición armada e intentó la entrada de guerrilleros en España, pero este intento fracasó. En los años 50, esta postura comunista pasó a centrarse en movimientos de huelga y en la influencia en los medios intelectuales y universitarios.
1.2. El Gobierno Católico y la Estructura del Régimen
El régimen fue desechando progresivamente el fascismo propio de la Falange. Se convocó a católicos y a personalidades de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP) para promulgar la Ley de Sucesión, que declaraba a España como una monarquía. Sin embargo, Juan de Borbón no adquirió la corona, ya que Franco se mantuvo como Jefe de Estado.
Se creó el Consejo del Reino y se establecieron normas de sucesión. También se promulgó la Ley de Principios del Movimiento Nacional, en la que se establecían los fundamentos ideológicos del Estado.
Se podía observar un equilibrio tenso entre el catolicismo político y los falangistas. Hubo momentos de crisis tras el rechazo de los falangistas a las reformas en educación y la oposición de los católicos a los proyectos de afirmar el Estado totalitario. Esta disputa dio lugar a la entrada en el Estado de los miembros del Opus Dei.
1.3. La Neutralidad de España en la Segunda Guerra Mundial (II G.M.)
A lo largo de la Segunda Guerra Mundial (II G.M.), España mantuvo una posición neutral. Sin embargo, se pueden apreciar cambios de actitud conforme evolucionaba el conflicto.
Ramón Serrano Suñer impuso una política de acercamiento, pensando que la derrota de Francia podría proporcionar a España dominios en el norte de África. No obstante, Franco nunca quiso dar el paso definitivo y no llegó a un acuerdo formal con Hitler y Mussolini.
A pesar de la neutralidad oficial, Franco envió la División Azul a Rusia y posteriormente ordenó su retirada. En 1945, se rompieron las relaciones con Japón.
Las relaciones con Portugal quedaron fortalecidas tras el pacto conocido como «Bloque Ibérico», firmado entre los dictadores Franco y António de Oliveira Salazar.