Estructura Social y Económica Pre-Revolucionaria: Clero, Tercer Estado y Economía Agraria

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Estructura Social y Económica Pre-Revolucionaria

El Clero

El clero representaba un 2% de la población y gozaba de prestigio social e importantes privilegios, sobre todo los altos dignatarios. Monopolizaban la educación y ejercían gran influjo ideológico. Muy unidos a la monarquía y a la nobleza, a la cual pertenecían miembros del alto clero. Estaban exentos de pagar impuestos ordinarios, percibían el diezmo de productos agrarios y donaciones y limosnas, tenían propiedades extensas y gozaban de rentas señoriales. Distinguimos al clero secular (nivel superior de cardenales, obispos, entre otros, y nivel inferior de párrocos) y al regular (nivel superior de abades y priores, entre otros, y nivel inferior de monjes y frailes).

El Tercer Estado

El Tercer Estado era el estado no privilegiado compuesto por grupos muy diferentes en cuanto a riqueza y mentalidad:

La Burguesía

Unidos por una estructura patriarcal, mantenían costumbres ahorradoras y austeras, lo que les permitía progresar materialmente. Se pueden distinguir perfiles según sus profesiones:

  1. Financieros y rentistas muy beneficiados por sus favores al rey, se vinculaban con la aristocracia con matrimonios y con la cultura.
  2. Burguesía de negocios que se enriquece gracias al comercio marítimo.
  3. Fabricantes y manufactureros que encargaban a campesinos y artesanos trabajos a domicilio dándoles la materia prima.
  4. Profesiones liberales como jueces, abogados, médicos y boticarios que vivían en grandes o pequeñas ciudades.

La alta burguesía competía en riqueza y ostentación con la aristocracia, a la que pretendió imitar alcanzando gran influencia política con las corrientes ilustradas y las revoluciones.

Artesanado

La gran mayoría se concentra en las ciudades, organizándose en corporaciones derivadas de los gremios medievales, que monopolizaban la producción. El maestro era el propietario del taller y ejercía un poder paternalista sobre los oficiales y aprendices. Durante el S.XVIII se vieron amenazados por la competencia de productos del exterior y prácticamente desaparecieron con la industrialización moderna.

Campesinado

Mayoría de la población en una sociedad esencialmente agraria y rural, su nivel de vida se basaba en la supervivencia, sufriendo las crisis cíclicas de subsistencia propias de la economía preindustrial. Solo un pequeño sector tenía asegurado su medio de vida. Estaban sujetos a vínculos de dependencia con propietarios de tierras que trabajan y, con la industrialización, emigraron a la ciudad para trabajar en las fábricas.

Economía

El desarrollo urbano era escaso y a mediados del siglo XVIII el ciclo demográfico sufrió significativas alteraciones por la disminución de la mortalidad, lo que significó un incremento poblacional y el trasvase de habitantes del campo a la ciudad.

Agricultura

La economía de la época tiene una base rural ya que 3/4 partes de la población activa se concentraban en el sector primario. Los productos destinados al consumo y a la industria eran la base del comercio y el origen de las rentas. La agricultura era poco productiva y los intentos de mejorar los métodos medievales no interesaban a los ganaderos y a los señores feudales. La estructura de la tierra era de carácter señorial y una gran masa de campesinos trabajaban como arrendatarios y debían pagar diezmos, impuestos y rentas al señor.

Manufacturas y Comercio

La industria era de tipo artesanal y muy vinculada a la agricultura, pero estaba muy por debajo de ésta. Los gremios seguían controlándolo todo hasta que se impuso la industria a domicilio elaborada por campesinos bajo el control de los comerciantes. En esta situación protoindustrial se produjo un aumento de la capacidad productiva y el incremento de la renta familiar, pero la economía pasó a depender de esos comerciantes. Los talleres tenían escasa tecnología lo que afectaba a la productividad. Los intercambios internos también eran escasos y complicados por las deficientes comunicaciones y la inexistencia de un mercado unificado. Sin embargo, poco a poco aparecieron grupos empresariales especializados y se reforzó el mercado interior, generándose a su vez mercados nuevos en Europa y sus colonias. El comercio se renovó y amplió, siendo las transacciones internacionales uno de los pilares de la revolución industrial.

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