Estructuras Sociales Globales: Occidente, Socialismo y Tercer Mundo en la Era Moderna

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La Sociedad Mundial en la Era Moderna

1. La Sociedad Occidental

La modernidad ha provocado la formación de una sociedad mundial. Esto genera una interdependencia económica, cultural y política, creando una red que mantiene comunicado a todo el globo.

Todos los movimientos migratorios que se produjeron en el pasado en Europa ahora están retornando, generando sociedades pluriculturales. De esta forma, ya no hay una única cultura dentro de un mismo sector del país, sino que se entremezclan, conviviendo unas con otras sin llegar a fusionarse. A pesar de encontrarnos en una sociedad globalizada, existen grandísimas diferencias económicas de unos países a otros, dividiendo a la humanidad en pobres y ricos. En muchos casos, los pobres no lo son en lo que a materias primas o recursos respecta, sino porque se encuentran sometidos a regímenes tiránicos y de armamento avanzado.

Las sociedades avanzadas forman complejas entidades en las que la periferia ejerce una gran presión y control sobre el centro político. Esto genera un sentimiento de pertenecer al mismo grupo social. En una sociedad tradicional, por el contrario, son las instituciones políticas, religiosas, culturales y económicas las que influyen directamente en las áreas. La innovación se produce siempre en un punto urbano y se expande, llegando con lentitud, escasez y desigualdad al ámbito rural, produciéndose la racionalización de la producción y los servicios, el desarrollo de la riqueza y la interdependencia económica del mundo.

Racionalización

La racionalización consiste en un tratamiento técnico de los problemas, apoyado por la influencia de especialistas como ingenieros, médicos o arquitectos. Esto provoca desigualdades sociales tanto en los países occidentales (Europa, Japón, Estados Unidos, Australia, Canadá y Nueva Zelanda). Por otro lado, ocuparon un importantísimo papel las instituciones educativas (que mejoran el funcionamiento social), encargadas de formar capital humano y así poder estructurar de acuerdo a unos patrones la sociedad actual. Esta se caracteriza por especializarse en el sector servicios, ya que la sociedad, cuanto más se acrecentaba, más rica se volvía. Esto, aun así, generó un alto grado de dependencia económica. De ahí surgen los movimientos populares contra oligarquías y organizaciones autoritarias y sus políticas respectivas, o contra una legislación retrógrada, como los movimientos ecologistas, feministas, etc.

Cambios en la Desigualdad Social

A pesar de que la mayoría de los países aún dependen del sector agrícola, los industrializados poseen una productividad dirigida al sector servicios y al industrial.

Hacia 1974, en los países más avanzados como Francia, Japón, Estados Unidos y Alemania, el 70% de los ingresos provenían del empleo y no de las riquezas y posesiones que pudiesen tener. A finales del siglo XX, en 1996, había más pobres que 50 años antes, hecho que solo parecía poder solucionarse gracias a la caridad humana.

En plena expansión económica (1947-1973), las clases obreras aceptaron la política socialdemócrata, de aceptación del pluralismo político, el fomento del estado asistencial y la restricción de las reivindicaciones obreras. La explicación consiste en que la socialdemocracia como ideología fue adoptada por el movimiento obrero. Por otro lado, nacen movimientos, grupos y partidos minoritarios que demandaban cambios más específicos; algunos de ellos serían los ecologistas, feministas, antinucleares, pacifistas, de derechos humanos y de ayuda a los países pobres. No obstante, los poderes públicos no han encontrado siempre soluciones para estas formas de violencia.

2. Los Países Socialistas

Se incluyen aquí todos los países que viven bajo el control del poder de un partido de ideología marxista-leninista, en algunos casos estalinista (Albania) o maoísta (China), cuyo acceso al poder se realizó de un modo insurreccional. Existen grandes variantes en la forma de conquista revolucionaria del Estado, y esto alcanza a explicar en muchos aspectos los sistemas de dominación que llegaron a implantarse. El inmediato hundimiento de los regímenes comunistas en toda Europa (1989-1992) no resta interés sociológico al análisis de sus estructuras sociales: fue su forma de introducirse finalmente en el sistema mundial. Estas sociedades funcionaban bajo el poder de un partido único que mantenía el monopolio y poseía el control del aparato estatal, el cual se encargaba de la destrucción del sistema clasista tradicional.

Poder y Privilegio bajo el Socialismo de Estado

Las sociedades socialistas de Estado surgieron todas de insurrección, invasión y otras formas violentas para obtener el poder. Se buscaba la destrucción del orden social anterior y conseguir la debilidad de la política liberal burguesa reformista, en especial durante los primeros años de la Primera Guerra Mundial. Tras la caída del zarismo y la toma de poder por los bolcheviques, se produjo una alianza del proletariado con el campesinado, que facilitó el nacimiento del Partido Comunista.

3. La Expansión Occidental

En Europa se produjo un fenómeno irrepetible: la revolución industrial europea, que afectó a todas las partes del mundo por consiguiente y provocó un cambio social, la reestructuración de sus pautas de desigualdad y poder, sus economías y sus culturas. Esto significa que la influencia de los focos occidentales interdependientes sobre el resto del universo ha sido de un gran alcance. Cien años después se repitió este mismo modelo de burguesía, apoyada esta vez por unidades de producción.

4. Teorías del Desarrollo

La modernización de estos países dependerá de que ciertos sectores de la población desarrollen actitudes semejantes, mediante un proceso de asimilación de los valores seculares, económicos y políticos que han facilitado la expansión occidental.

5. Los Países del Tercer Mundo

Durante mucho tiempo se denominó Tercer Mundo a aquellas partes del globo que, a pesar de tener recursos, no tenían riqueza debido a la opresión ejercida por aquellos que tenían el poder, lo que los situaba bajo un nivel de vida muy bajo. Se consideraban opuestos al mundo industrializado capitalista, por un lado, y al socialista también industrial, por el otro. De la misma forma, también cabe nombrar los despotismos personales tiránicos (Guinea Ecuatorial, Uganda, etc.). Dentro de este mismo mundo se encuentran países de tradición cultural europea muy arraigada (de algunos se llega a dudar de su pertenencia a lo que el concepto Tercer Mundo equivale), frente a otros realmente atrasados en el sentido tradicional y eurocéntrico de la palabra (Papúa Nueva Guinea).

Si se hace abstracción del norte semita y de costumbre islámica y nos dirigimos a la África subsahariana, encontramos un gran continente, dividido en una veintena de estados muy diferentes entre sí, cuyas fronteras responden a criterios de estricta administración colonial y casi en ningún caso atienden a las distinciones étnicas, culturales y tribales que lo caracterizan de un extremo a otro. Desde el proceso de descolonización iniciado a los pocos años de la Segunda Guerra Mundial, que en 1978 no había terminado aún a causa del gobierno minoritario blanco de Rhodesia (Zimbabue) y la presencia colonial sudafricana en África del Suroeste (Namibia). El África subsahariana se caracteriza por el atraso técnico, sanitario, de escolarización, de industrialización y demás indicadores de una mínima modernidad y un bajísimo nivel de vida; a excepción de las colectividades hegemónicas blancas apoyadas en regímenes racistas. Sin embargo, el crecimiento de la población es demasiado rápido para los recursos físicos y técnicos de cada país, generando cada vez más y más pobreza.

Las Sociedades Islámicas

Las sociedades musulmanas ocupan una gran zona del planeta que, de oeste a este, se extiende desde las costas atlánticas en Mauritania hasta Filipinas, y de norte a sur, abarca desde Kazajistán, al sur de Siberia, hasta Madagascar. El surgimiento del fenómeno de la riqueza petrolífera en la zona, a lo largo del siglo XX, provocó un cambio social increíble. Las ciudades mercado, con su gran zoco y alcazaba, lugar de destino de caravanas, con una clase de mercaderes y una amplia clase media artesanal, obtuvieron una inmensa importancia, ya que se convirtieron en núcleo económico y de producción de riqueza.

Las Sociedades Surasiáticas

La misma unidad que a la zona islámica le da su cadena de desiertos áridos, se la da al sur de Asia su clima tropical o subtropical, a pesar de su diversa composición: grupos hindúes, al oeste; las minorías chinas, al este; las variantes étnicas de Indochina y de Indonesia, al sureste. Fueron tres vías distintas en pos de la modernización: la del socialismo nacionalista de estado (Vietnam, Camboya); la de la dictadura militar reformista, nacionalista y en muchos aspectos socializante (Pakistán, Indonesia), y la del reformismo parlamentario y constitucional (India). Estas vías provocaron cambios que no pudieron remediar la gran desigualdad y los problemas de higiene que se produjeron.

Las Sociedades Latinoamericanas

La diversidad interna socio-estructural de América Latina no es menor que la de otras grandes zonas del Tercer Mundo, aunque existe cierto grado de unidad cuyas raíces se hallan en una civilización colonial hispana y portuguesa. Se trata de un concepto más antropológico y cultural que económico, político o de clase.

No todos los países latinoamericanos estarían en el Tercer Mundo, pero los datos, si bien no son tan graves como los de ciertos países de África o del Sudeste Asiático, indican problemas de atraso, estancamiento, desigualdad social y pobreza demasiado grandes para clasificar al subcontinente según otro criterio. Por lo tanto, los países de África y Asia Meridional, y ciertos países sudamericanos, pertenecen al Tercer Mundo.

6. Legado Colonial y Dependencia

La descolonización potenció la entrada en los nuevos estados de las pautas tecnológicas y culturales del mundo euronorteamericano. Además, su introducción dentro de la cultura no debe infravalorarse; solo hay que detenerse en la cantidad de formaciones universitarias y profesionales africanas, latinoamericanas, del Oriente Medio y Lejano en Europa y América del Norte, así como en el impacto del cine, la televisión y las publicaciones occidentales en esos lugares. Este modelo de capitalismo se centra en las relaciones de mercado y deja a un lado la producción. Sin embargo, no está muy claro en qué medida y cómo el desarrollo produce subdesarrollo, ya que se produjeron grandes diferencias debido a la metrópoli. Por otro lado, la idea de la apropiación sistemática del excedente económico por parte de la metrópoli es poco cuidada, ya que las economías metropolitanas reinvertían en el Tercer Mundo más de lo que se dice. Y también existe la idea de que la metrópoli genera un estrangulamiento específico y una tergiversación del proceso capitalista.

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