La Ética Aristotélica: Fundamentos, Felicidad y Virtud en la Filosofía Clásica
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La Ética Aristotélica: Fundamentos, Felicidad y Virtud
Definición y Naturaleza de la Ética
La ética, del griego ethos, es una rama de la filosofía que estudia la moral universal. La naturaleza es aquello que tiene en sí un principio de movimiento o cambio. Sin embargo, la ética es una creación del hombre y, aunque no es una fuerza natural inherente, busca principios que, en su esencia, aspiran a la inmutabilidad y universalidad.
El Hombre y sus Movimientos: Praxis y Poiesis
El hombre comparte con los vegetales el crecimiento, la nutrición y la reproducción, y comparte con los animales las sensaciones y los movimientos locales. No obstante, el hombre posee unos movimientos propios, que pueden estar orientados a la acción o a la producción:
- Movimientos orientados a la acción (praxis): Se dan cuando el propio movimiento es el fin buscado, es decir, cuando el movimiento es acto. De estos se ocupa la ética y la política.
- Movimientos orientados a la producción (poiesis): Se dan cuando el movimiento tiende a hacer algo. De estos se ocupan las ciencias apropiadas para producir, como la medicina, la arquitectura, la poética, etc.
La Teleología Aristotélica: Fines y Felicidad
Como hemos mencionado, todo movimiento tiene un fin, ya que el movimiento es el paso de potencia a acto, y el acto es el fin. De esta manera, se distinguen dos tipos de fines:
- Fines útiles: Son los que mueven al hombre, aunque solo como medios para conseguir otros fines.
- Fines últimos: Son los que no están condicionados por otros y, por tanto, valen en sí mismos.
Para Aristóteles, el fin último del hombre es conseguir la felicidad (eudaimonía). Considera que el hombre es feliz cuando realiza su actividad propia, la intelectual. Sin embargo, esto no llega a afirmarlo rotundamente, ya que el hombre puede actuar así y no ser feliz; además, a esta forma suprema habría que subordinar otras formas de felicidad.
La Virtud como Hábito: Virtudes Intelectuales y Morales
Por otro lado, Aristóteles considera que para conseguir la felicidad hay que practicar la virtud, entendiéndola como un hábito, una manera constante de actuar. Aunque la felicidad superior del hombre consiste en realizar la actividad intelectual, el hombre también posee apetencias sensibles, por lo que podremos distinguir entre dos tipos de virtudes:
- Virtudes intelectuales: Debidas a las distintas formas de proceder del nous, y que son:
- El arte (tékne)
- La prudencia (phrónesis)
- La ciencia (episteme)
- La inteligencia (nous)
- La sabiduría (sophía)
- Virtudes morales: Son las acciones que nacen del alma sensitiva. El intelecto impone cierto orden a las acciones sensitivas, creando un "hábito" determinado.
Conclusión: La Ética Aristotélica y el Término Medio
En conclusión, podemos decir que Aristóteles explica la ética desde el concepto de movimiento, lo que la fundamenta sólidamente y le confiere un carácter universal e inmutable. La virtud es el término medio; para alcanzarla, hay que alejarse de la exageración y someter la actividad a la razón.