Ética y Educación: Reflexiones sobre Adela Cortina y la Autonomía Moral

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Ética y Educación Moral según Adela Cortina

Adela Cortina considera fundamental la educación moral y la enseñanza de las humanidades porque la moral se centra en la adquisición de un carácter que nos permite vivir mejor. Ella cree que los seres humanos tenemos la capacidad de desarrollar un segundo carácter, cultivando hábitos buenos (virtudes) y evitando los vicios. Para Cortina, es crucial que los valores que conforman la moral de una persona se transmitan a través del proceso educativo, en conjunto con las humanidades.

A lo largo de su obra, Cortina destaca la importancia de que las personas desarrollen una moral humanizadora para participar activamente en una democracia. Considera la moral como una herramienta esencial para la construcción social, donde la sociedad está compuesta por individuos con convicciones racionales.

La Autonomía Moral y las Normas: Perspectivas de Adela Cortina

A.D. afirma que “una norma moral nunca puede venir impuesta desde afuera”. Uno de los argumentos que la llevan a esta afirmación es que las normas morales, en sus palabras, “no tienen fuerza obligatoria sino para quien lo reconoce”. Esto significa que las normas morales son unilaterales; cada individuo tiene su propio sistema moral y busca convencerse de él hasta el punto de querer universalizarlo. Sin embargo, solo puede compartirlo con unos pocos, sin tener el derecho de obligar a otros a obedecerlas. Nadie puede obligar a otro a cumplir una norma moral, ni elegir un representante que decida por él, ya que cada uno es responsable de sus propios juicios.

Cortina también plantea que la opinión de la mayoría no necesariamente representa la verdad moral. Aunque la mayoría pueda enunciar normas morales correctas, no son correctas simplemente porque la mayoría las enuncia.

Consecuencias de la Autonomía Moral

Una de las consecuencias de esta postura es que no puede existir un parlamento ético legítimo, ya que en el ámbito moral no hay posibilidad de representación. Cada individuo tiene sus propios juicios, lo que significa que nadie puede ser representante ético del juicio y la voluntad de los demás. Cada ser humano es responsable de su propia moralidad.

Otra consecuencia es que la opinión de la mayoría no define la verdad moral. Aunque la mayoría y la opinión pública enuncien normas morales correctas, no son correctas solo porque la mayoría las enuncia.

Finalmente, esto impacta en la moral cívica, que se refiere a los mínimos que comparten los ciudadanos al alcanzar un cierto nivel de conciencia social en su desarrollo moral. Estos mínimos incluyen valores, derechos y una actitud dialógica.

Problematizando la Moral de la Adustez

Una de las afirmaciones propuestas es: “para llevarlo adelante es preciso abjurar de una moral de la adustez, obsesionada por prohibir, limitar, cortar, desilusionar, desanimar”.

¿Por qué se rechaza la moral limitada y prohibitiva?

Porque en una sociedad se debería convivir y educar moralmente teniendo como base el vínculo y la fluidez, y en este caso no habría una moral prohibitiva y limitada.

¿Qué entendemos por Autonomía Moral?

La autonomía moral es la capacidad de una persona para decidir por sí misma lo que está “bien y mal”, sin depender de la aprobación o desaprobación de otros (padres, maestros, amigos, etc.).

Los niños pequeños suelen necesitar la aprobación o desaprobación de un tercero (heteronomía moral). Con la autonomía moral, la decisión recae en el individuo, quien decide lo correcto e incorrecto y asume las consecuencias.

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