La Ética Existencialista y la Ética Comunicativa: Dos Perspectivas sobre la Libertad y la Moral
Clasificado en Filosofía y ética
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El Formalismo Ético Existencialista
La Libertad como Condena y Responsabilidad
Según Jean-Paul Sartre, el ser humano es un ser libre cuya existencia está por hacer. Sin valores ni ideas preestablecidas, estamos condenados a ser libres. En ningún caso podemos renunciar a ese quehacer. Aunque decidamos que otros (la sociedad, la religión o el Estado) decidan por nosotros, estamos ya eligiendo un modo o proyecto de existencia. Justamente cuando elegimos que sean otros los que decidan por nosotros, actuamos de "mala fe" y estamos siendo inmorales.
Autenticidad vs. Mala Fe
La mala fe consiste en el vano intento de eludir la angustia de decidir por nosotros mismos. Lo contrario de la mala fe es la autenticidad, que consiste en asumir la carga insoslayable de nuestra libertad; ese es el verdadero imperativo moral. Sartre afirma la posibilidad de una cierta moral común, pues el ser humano debe comprometerse a querer, al mismo tiempo que su libertad, la libertad de los otros. Sin duda, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y en medio de una Europa asolada, esta visión humanista y comprometida de la ética de Sartre tuvo un gran impacto.
La Ética Comunicativa o del Discurso
El Diálogo como Fundamento de la Moral
Formulada por Jürgen Habermas, la ética comunicativa o del discurso busca establecer las condiciones en las que una comunidad podría alcanzar consensos morales a través del diálogo. Habermas insiste en que no se trata de establecer unos valores, normas y fines abstractos. Por el contrario, una comunidad tiene un interés básico: la emancipación o progresiva liberación de las personas y los grupos en sus circunstancias concretas.
Condiciones para un Diálogo Ético
Por tanto, las normas acordadas para conseguir esa emancipación tienen como referente la situación concreta de la comunidad y no tienen carácter definitivo. Son normas históricamente revisables, expuestas a ulteriores procesos dialógicos. Según Habermas, estas son las condiciones que deben cumplirse para alcanzar consensos que respondan verdaderamente a los intereses de los interlocutores:
- El diálogo debe ser público e inclusivo.
- Igualdad en el ejercicio de las facultades de comunicación.
- Exclusión del engaño y la ilusión: los participantes deben creer lo que dicen.
- Ausencia de coacciones.