La Ética Formal de Kant: Fundamentos y Crítica a las Teorías Materiales
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La Teoría Ética: Crítica de Kant a las Éticas Materiales
Hasta Kant, las distintas éticas habían sido materiales. Frente a todas ellas, la ética de Kant es formal. Así, por ejemplo, la ética epicúrea establece como bien supremo el placer y como normas para alcanzarlo: “no comas en exceso”, “no te metas en política”.
Kant rechazó las éticas materiales porque, a su juicio, presentaban las siguientes deficiencias:
- Las éticas materiales son empíricas, a posteriori; es decir, su contenido está extraído de la experiencia. Así, por ejemplo, la ética epicúrea establece que el placer es el bien máximo para el hombre porque la experiencia nos dice que desde niños los hombres buscan el placer y huyen del dolor; asimismo, la experiencia también nos muestra que el exceso de comida nos produce, a la larga, dolores y enfermedades, y la política produce disgustos y sufrimientos.
- Las éticas materiales son hipotéticas; es decir, sus preceptos son hipotéticos, no valen absolutamente, sino solo de un modo condicional, como medios para conseguir cierto fin. He aquí un segundo motivo por el cual una ética material no puede ser, a juicio de Kant, universalmente válida. Así, por ejemplo, en la ética epicúrea, el hombre es determinado en su conducta por una ley natural, por la inclinación al placer, siendo dominado por este.
La Ética Formal Kantiana
Frente a los errores de la ética material, Kant propone una Ética Formal, que:
- No es empírica, sino a priori; es decir, universal y necesaria para todos los hombres.
- No es hipotética, sino categórica; es decir, sus imperativos son absolutos, sin condición alguna. Así, para Kant, el valor moral de una acción no radica, pues, en algún fin o propósito a conseguir, sino en la máxima, en el móvil que determina su realización, cuando este móvil es el deber.
Por otro lado, Kant establece que para que una ética sea universal no se puede apoyar en imperativos hipotéticos, sino en Imperativos Categóricos.
Postulados de la Razón Práctica
En la Crítica de la razón pura, Kant había puesto de manifiesto la imposibilidad de la metafísica como ciencia y, por tanto, la imposibilidad de un conocimiento objetivo acerca de la libertad, del alma y de Dios. Esto se debe a que este conocimiento solamente tiene lugar en la aplicación de las categorías a los fenómenos, y la libertad, el alma y Dios no son fenómenos que se den en la experiencia.
La libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios son, según Kant, postulados de la razón práctica; es decir, algo que no es demostrable, pero que es supuesto necesariamente como condición de la moral misma. Pues, la exigencia moral de obrar por respeto al deber supone la libertad de ir venciendo las inclinaciones, deseos, etc.
Además, Kant hace ver que si el hombre tuviese certeza de Dios y de la inmortalidad, el obrar moral dejaría de ser autónomo.