La Ética y sus Pilares: Valores, Conciencia y la Moral Cristiana
Clasificado en Filosofía y ética
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La Esencia de los Valores y la Moralidad Humana
Los valores son cualidades inherentes a las cosas o situaciones que las hacen significativas e importantes para nuestra vida. El ser humano, en su naturaleza abierta, busca constantemente mayores niveles de felicidad. A través de su inteligencia y sensibilidad, elige aquello que percibe que le proporcionará satisfacción, ya sea material o simbólicamente. Dado que no existe un único valor universal, diversos autores han propuesto clasificaciones basadas en principios y generalizaciones.
Clasificación de los Valores
A continuación, se presenta una clasificación común de los valores, destacando su enfoque principal y su aspecto positivo:
- Valor Económico: Prioriza la utilidad y la eficiencia económica. Su aspecto positivo reside en la dedicación al trabajo y la productividad.
- Valor Estético: Otorga jerarquía a la belleza, la armonía y la expresión artística. Su aspecto positivo es la promoción de la persona y la cultura.
- Valor Político: Se vincula al poder, la organización social y el dominio de sí mismo. Su aspecto positivo puede ser la búsqueda del orden y la justicia.
- Valor Teorético: Se desarrolla en torno a la reflexión, la investigación y la incansable búsqueda de la verdad.
- Valor Social: Se centra en la dedicación al bien común, la solidaridad y la entrega mutua entre los individuos.
- Valor Religioso: Da prioridad a la búsqueda de Dios, la trascendencia y la práctica de la fe.
Jerarquía de Valores
Cada persona construye una escala de valores particular, donde estos se articulan desde el más importante hasta el de menor cualidad. La formulación consciente de esta jerarquía personal es fundamental, ya que contribuye significativamente a las elecciones y aspiraciones que se presentan en el día a día.
Normas Morales
La norma moral es el mecanismo que transforma un valor en una obligación, indicando qué se debe hacer en la práctica para vivir un determinado valor. Es la norma moral la que establece la exigencia. Estas son criterios generales de conducta que la persona descubre por su propia razón y que la conducen hacia el bien. Son más concretas que los valores, ya que la norma deja de ser algo meramente atractivo para convertirse en una obligación. Si una norma obliga, no es por su autoridad intrínseca, sino por el valor que la sustenta. En realidad, lo que obliga es el valor mismo, y por ello, la norma moral posee un carácter fundamentalmente educativo.
Las Leyes
Dado que las normas morales son, por naturaleza, muy generales, es necesario concretarlas para la vida cotidiana. Para este fin, se promulgan leyes que expresan un valor moral y regulan un campo específico de la actividad humana. Cada organización social construye un cuerpo de leyes que refleja los valores que desea promover y vivir. La calidad de una ley estará directamente determinada por el valor moral que la motiva.
La Conciencia
Mientras que la ley es susceptible de evolución y cambio, la conciencia es la que, en última instancia, indicará qué hacer. Es la capacidad de discernir y valorar entre el bien y el mal lo que define nuestra conciencia. Podríamos definir la conciencia como la facultad que poseemos para formar juicios de valor sobre nuestros actos. Es el elemento más íntimo y profundo de la persona, donde surgen nuestros mejores impulsos y deseos en busca de la realización personal. La conciencia es la que asume un valor y nos orienta sobre cómo debemos obrar en una situación determinada. La persona está obligada a seguir el dictado de su conciencia, ya que es esta la que aplicará de manera procedente el principio general. Así, el ser humano, al seguir el dictado de su conciencia, no faltará a su propia integridad; es la conciencia la que dicta la última palabra.
Fundamentos de la Moral Cristiana
La moral cristiana se asienta sobre pilares esenciales que guían la conducta del creyente:
- La Libertad Personal: La persona es capaz de actuar con responsabilidad y de realizar actos buenos o malos, ejerciendo su libre albedrío.
- La Conciencia: Mediante la cual cada ser humano emite un juicio práctico de valoración moral sobre sus actos, juzgándolos como buenos o malos.
- Las Normas Morales: Indican lo que se debe hacer porque objetivamente es bueno, o lo que se debe evitar porque es malo.
- La Gracia de Dios: Por la cual el cristiano recibe la ayuda divina necesaria para comportarse como un hijo de Dios, conforme a los principios de su fe.
La Libertad
La libertad es la capacidad intrínseca del ser humano de autodeterminarse, de reflexionar sobre sí mismo y de decidirse a elegir algo o su contrario. Un acto se considera libre cuando se realiza con pleno conocimiento y voluntariedad. Por lo tanto, no son actos libres aquellos en los que falta el conocimiento o en los que la voluntariedad está ausente.
La Moralidad de los Actos
La moralidad de los actos humanos depende de tres factores fundamentales:
- El objeto elegido (la acción en sí misma).
- La intención del sujeto que actúa.
- Las circunstancias de la acción.
Es un principio ético fundamental que no es lícito hacer el mal para conseguir el bien.