Europa en la Encrucijada: Democracias Resilientes y el Ascenso Totalitario
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Las Democracias Europeas ante la Crisis de Entreguerras
Ante la crisis económica y la agitación social, los países con fuerte arraigo del parlamentarismo y la democracia consiguieron integrar el socialismo emergente en el sistema.
Casos de Estabilidad Democrática
Gran Bretaña: Adaptación y Desafíos
Este fue el caso de Gran Bretaña, cuya situación económica era grave: las industrias se habían quedado anticuadas y sus exportaciones se redujeron. A pesar de la gran dureza con la que se reprimieron las huelgas, la acción del Partido Laborista permitió encauzar de forma parlamentaria las demandas populares. Agravó la situación la guerra en Irlanda, donde los católicos se alzaron en armas contra los británicos.
Francia: El Frente Popular
En Francia, las crisis económicas se extendieron y se produjeron protestas obreras. Se originó una gran coalición de republicanos, socialistas y comunistas que formaron el llamado Frente Popular.
Países Nórdicos y Neutrales: Estabilidad y Socialdemocracia
En Suiza, Bélgica y Holanda la estabilidad se logró, mientras que en los países nórdicos los gobiernos socialdemócratas consiguieron frenar el ascenso de los radicalismos. Preocupadas por sus propios problemas económicos y sociales, las democracias se encerraron en sí mismas.
El Ascenso del Totalitarismo: Hitler en el Poder
Tras su nombramiento como canciller, Hitler procedió a establecer un régimen totalitario en Alemania.
Consolidación del Poder Nazi
Promulgó un decreto por el que se establecían limitaciones al derecho de reunión y a la libertad de prensa. El incendio del edificio del Reichstag el 27 de febrero de 1933, atribuido sin pruebas a los comunistas, sirvió de pretexto para desencadenar una violenta persecución contra sus militantes y para promulgar un nuevo decreto por el que quedaban suprimidos los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución.
Fin de la República de Weimar
Las elecciones de marzo de 1933 depararon un nuevo triunfo del Partido Nazi, pero no la mayoría absoluta. Hitler aprobó una Ley de Plenos Poderes para gobernar durante cuatro años al margen del Parlamento y para anular el contenido de la Constitución. Cualquier atisbo de democracia, y la propia República de Weimar, podían darse definitivamente por enterradas.