Evolución de la Democracia: Modelos Históricos y Conceptos Clave
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Apéndice
Evolución de los Modelos Democráticos
La formación de las democracias ha pasado por diversas etapas y concepciones. A continuación, se detallan los modelos más relevantes:
El Liberalismo
Nace en el siglo XIX como defensa de la libertad de los individuos contra el poder absoluto del Estado. Se trata de limitar el poder del Estado mediante la división de poderes y la proclamación de derechos humanos. La libertad política que defiende es negativa: no es tanto para participar (libertad política positiva) cuanto para defenderse del poder del Estado. Tiene como base ideológica las teorías contractualistas y utilitaristas. Se acepta el capitalismo de mercado y la sociedad clasista. La igualdad es tan solo una igualdad jurídica, es decir, igualdad ante la ley.
La Democracia Liberal
Surge a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Es el triunfo de reivindicaciones democráticas de organizaciones políticas y sindicales de inspiración socialista. Así, se acepta el sufragio universal y la libertad política positiva, es decir, de participación y asociación políticas. El liberalismo y la democracia se fusionan al considerar que el sufragio universal es la forma más eficaz de expresión política.
La Democracia Liberal-Social
Aparece tras la crisis de 1929 y la Segunda Guerra Mundial. Supone el control del mercado capitalista e introduce la dimensión de lo social, cuyos valores son la igualdad y la seguridad económicas. Se exige al Estado una actuación redistributiva: nace el Estado del Bienestar o Estado Social, que intenta compatibilizar el capitalismo como forma de producción y la consecución de un bienestar social general (el llamado neocapitalismo). El Estado, ante todo, es un administrador; predomina la administración sobre la política y la técnica sobre la ideología. Las decisiones están cada vez más en manos de los técnicos o expertos en medios, lo que conlleva un abandono de los problemas de los fines de la democracia, es decir, los problemas éticos.
Democracia como Procedimiento
Se pasa de la vieja concepción elitista de la democracia a la teoría competitiva de A. Schumpeter, que se inspira en el modo de funcionamiento del mercado, y a la teoría pluralista de Dahl. Según esta última, no existe una única élite u oligarquía política, sino varias que compiten entre ellas por el poder. Según Macpherson, se trataría de un modelo elitista pluralista de equilibrio que supone:
- La existencia de una sociedad plural de individuos movidos por intereses diversos.
- La existencia de grupos dirigentes o élites.
- Un equilibrio entre la oferta y la demanda de mercancías políticas.
La democracia no es otra cosa que un procedimiento para elegir y autorizar gobiernos. Los votantes no toman decisiones políticas, sino que eligen a quienes adoptarán las decisiones, y la elección estará en línea con quien mejor lote de mercancía política ofrezca. La competencia de los partidos en el mercado libre político es el motor del sistema democrático. La participación de los ciudadanos en la toma de decisiones debe ser excluida al máximo. Los técnicos de este modelo lo argumentan con la afirmación: "Así funcionan las cosas".
La Democracia como Participación
El argumento más a su favor nace de las críticas a la democracia elitista. El modelo de la democracia como procedimiento genera una enorme insatisfacción. Las críticas principales son:
- Fomenta la apatía de los ciudadanos.
- No es verdaderamente democrático. Las demandas de los ciudadanos que más pesan ante los políticos son las de aquellos que más dinero e influencia tienen.
- El mercado político no es tan libre como parece y son los partidos políticos quienes crean las demandas de los ciudadanos.