Evolución Demográfica en España: Natalidad, Mortalidad y Migraciones desde 1970
Clasificado en Geografía
Escrito el en español con un tamaño de 4,61 KB
Evolución del Crecimiento Demográfico y sus Componentes desde 1970
A partir de la década de 1970, el crecimiento real de la población española experimentó una desaceleración hasta la década de 1990, periodo que, sin embargo, registró la mayor progresión demográfica. Se observaron diferencias regionales significativas: el noreste experimentó una baja en la población, mientras que el área mediterránea mostró un alto crecimiento demográfico. Las provincias cercanas a las grandes áreas metropolitanas, como Guadalajara y Toledo (en el caso de Madrid) y Gerona y Tarragona (en el caso de Barcelona), mostraron una evolución positiva.
Las causas de este crecimiento se atribuyen tanto al crecimiento natural como a las migraciones. Hasta nuestros días, el incremento de la población se ha debido, en gran medida, a las migraciones exteriores.
Dinámica Natural de la Población Española: Transición Demográfica
Desde mediados de la década de 1970 hasta finales de la década de 1990, el saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) se redujo considerablemente, llegando casi a cero, debido a la combinación del desplome de la natalidad y un repunte de la mortalidad. Este fenómeno, observado también en otros países, dio lugar a la formulación de la teoría de la transición demográfica.
Esta teoría explica el proceso de cambio desde un sistema demográfico antiguo (caracterizado por alta natalidad, alta mortalidad y bajo crecimiento poblacional) a uno moderno (con niveles reducidos de natalidad y mortalidad, y, por ende, bajo crecimiento). El proceso se describe en cuatro fases:
- Equilibrio inicial: Alta natalidad, alta mortalidad y bajo crecimiento.
- Comienzo de la transición: Descenso de la mortalidad y gran incremento de la población.
- Final de la transición: Caída de la natalidad.
- Equilibrio final: Baja natalidad, baja mortalidad y bajo crecimiento.
Natalidad y Fecundidad en España: Causas y Distribución Territorial
Es crucial distinguir entre dos conceptos clave:
- Natalidad: Relaciona los nacimientos con el conjunto de la población. Se mide mediante la tasa bruta de natalidad.
- Fecundidad: Relaciona los nacimientos únicamente con las mujeres en edad fértil (15-49 años). Se utilizan indicadores como la tasa global de fecundidad y el índice sintético de fecundidad.
Actualmente, la tasa bruta de natalidad en España se encuentra entre las más bajas de los países desarrollados. Se ha producido un fuerte descenso en pocos años (del 18,7% en 1975 al 11,8% una década después). Ni siquiera la llegada del "baby boom" (décadas de 1950 a 1970) fue capaz de evitar el desplome de la natalidad y su posterior recuperación.
Las causas del descenso de la fecundidad y la natalidad son complejas, e incluyen factores socioeconómicos y culturales, como el desarrollo económico y social, el cambio cultural y la incorporación de la mujer al mundo laboral.
Desde el punto de vista territorial, las tasas más altas se registran en el sur y centro peninsular, junto con la costa mediterránea, las Islas Baleares y Navarra. El norte presenta las tasas más bajas del país (inferiores al 8%).
Mortalidad en España: Evolución y Factores Determinantes
La mortalidad en España fue elevada hasta comienzos del siglo XX. A partir de entonces, se inició un descenso significativo (en 30 años, las tasas brutas de mortalidad pasaron de cerca del 30% al 17%). Sin embargo, la mortalidad epidémica, como la gripe de 1918, tuvo un grave impacto.
El retraso en la reducción de la mortalidad, en comparación con otros países vecinos, se debió a las diferencias en el desarrollo económico y social de España. Las mejoras en higiene, alimentación y medicina no se generalizaron hasta el siglo XX.
Desde 1982, se observa un nuevo periodo marcado por un ligero aumento de la mortalidad (la TBM de 9,29% en 1929, descendió a 8,43% en 2006, debido a la inmigración). Por provincias, las mayores tasas de mortalidad se concentran en áreas del noroeste peninsular, mientras que el área costera mediterránea y los dos archipiélagos presentan tasas menores.
Existe una coincidencia entre la distribución espacial de la mortalidad y el envejecimiento. Por ello, se utiliza como complemento la tasa de mortalidad infantil, que refleja con mayor precisión el grado de desarrollo socioeconómico de una sociedad.