Evolución Demográfica y Estructura Poblacional en España
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Transición Demográfica
Las 5 Fases de la Transición Demográfica
- 1ª Fase: Equilibrio Demográfico Natural. Se caracteriza por altas tasas de natalidad y mortalidad en sociedades preindustriales o agrarias. Las altas tasas de mortalidad se atribuyen a catástrofes, guerras, epidemias, etc.
- 2ª Fase: Explosión Demográfica. Tras la Revolución Industrial, se produce una caída sustancial de la mortalidad, mientras que las tasas de natalidad se mantienen constantes o incluso crecientes. Las mejoras en las condiciones sanitarias y alimentarias son las principales causas.
- 3ª Fase: Revolución Demográfica. Se observa un descenso espectacular de la natalidad y una lenta caída de la mortalidad, hasta llegar a niveles de crecimiento demográfico en torno al 1%. Los cambios en los valores familiares en relación con los hijos y el uso de métodos anticonceptivos explican esta fase.
- 4ª Fase: Nuevo Equilibrio Demográfico. Propia de la mayoría de los países desarrollados, con bajas tasas de natalidad y mortalidad, y tasas de crecimiento ligeramente positivas.
- 5ª Fase: Segunda Transición Demográfica. En la actualidad, los demógrafos añaden una quinta fase, caracterizada por la ausencia de incremento demográfico o incluso un incremento negativo. Esto se debe a un ligero incremento de la mortalidad por envejecimiento, que en algunos casos supera las tasas de natalidad. España podría ser un ejemplo de esta fase en los próximos años.
Estructura y Características de la Población Española
Según el censo de 2001, la población española aumentó en casi dos millones de personas con respecto a 1991. Gran parte de este incremento se debe al aumento de la población extranjera residente, que se ha multiplicado casi por cinco en una década. La distribución por género es de un 50,8% de mujeres y un 49,2% de varones. La estructura por edades se caracteriza por un claro proceso de envejecimiento, debido tanto a la pérdida de peso relativo de la población menor de 15 años (que pasa del 19,4% al 14,5% por cada 100 habitantes), como al aumento de la proporción de mayores de 65 años.
En 2003, se registró un aumento de 900.000 ciudadanos con respecto al año anterior, confirmando el creciente peso del porcentaje de extranjeros. El progresivo envejecimiento de la población española es motivo de preocupación, debido a su trascendencia en la estructura productiva y la financiación del bienestar social, especialmente en el pago de las pensiones.