Evolución del Derecho en Castilla: del Localismo a la Unificación con Alfonso X
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La Transformación del Derecho en Castilla: del Localismo a la Unificación (Siglos XIII-XIV)
El Fortalecimiento del Poder Real y la Influencia del *Ius Commune*
A partir del siglo XIII, se observa una tendencia a promulgar normas de carácter general en Castilla, complementando los derechos locales de forma supletoria. Esta evolución fue impulsada por la influencia del *Ius Commune* y el fortalecimiento del poder real. Al inicio de la Edad Media, el poder del rey apenas se diferenciaba del de los grandes señores feudales, dificultando el reconocimiento de su superioridad. Durante la Alta Edad Media, el monarca tenía una capacidad limitada para crear derecho, careciendo del poder suficiente para imponer su voluntad mediante normas de vigencia general.
Sin embargo, a partir del siglo XIII, la configuración del poder real comenzó a cambiar. El prestigio de la monarquía aumentó y se consolidó a medida que avanzaba la Reconquista. Además, el desarrollo de una economía cada vez más compleja, dentro de un nuevo marco social, requería un poder centralizado en lugar de centros de decisión dispersos y autárquicos.
Este proceso se vio respaldado por las doctrinas políticas y jurídicas del *Ius Commune*, basado en el derecho romano justinianeo. Este modelo configuraba un poder político fuerte y amplio, atribuyendo funciones legislativas al emperador. Los reyes castellanos, inspirados por esta imagen política, buscaron asumir poderes similares, fomentando el estudio del nuevo derecho.
Primeros Intentos de Unificación: Fernando III y el Fuero Juzgo
Un primer ejemplo de esta política dirigida a superar el localismo jurídico se encuentra en Fernando III, quien elaboró el Fuero Juzgo, una versión castellana del *Liber Iudiciorum*. Este fue el primer intento de unificar el derecho general, un objetivo que se consolidaría con la obra legislativa de Alfonso X.
Alfonso X y la Culminación de la Unificación Jurídica
Alfonso X, rey de Castilla y León, reanudó la ofensiva contra los musulmanes, fue aliado y yerno de Jaime I, y enfrentó una importante revuelta. Además, dedicó gran parte de su reinado al "fecho del imperio" (su intento de ser elegido rey de los romanos del Sacro Imperio Romano Germánico), aunque sin éxito. Alfonso X llevó a cabo una activa y beneficiosa política económica, pero es especialmente reconocido por su obra jurídica.
Entre sus obras más destacadas se encuentran:
- El Fuero Real de Castilla: Un texto de derecho local elaborado para ser otorgado a distintas localidades de la Extremadura castellana, el Reino de Toledo y Andalucía. En 1256, se concedió a diversas villas y ciudades. Consta de un prólogo y cuatro libros que abordan la organización político-religiosa, el procedimiento judicial y el derecho privado y penal. El objetivo principal del Fuero Real era evitar los juicios de albedrío y las fazañas. El prólogo justifica la política legislativa del monarca, criticando los defectos del ordenamiento jurídico vigente y presentando el Fuero Real como instrumento para suplir carencias y unificar la diversidad de ordenamientos jurídicos municipales.
- El Espéculo: Su denominación proviene de las palabras del prólogo, donde se manifiesta la intención de recoger todo el derecho castellano disperso. Buscaba sistematizar y depurar el derecho tradicional, construyendo un ordenamiento jurídico unitario con vigencia general para todo el reino. Consta de un prólogo y cinco libros, divididos en títulos y leyes. Se cree que la obra no está completa, ya que se hacen remisiones a los libros VI y VII, que no se conservan, o que posiblemente se extraviaron o nunca fueron concluidos.
- Las Siete Partidas: (Se omite la descripción detallada en este extracto, pero se asume su importancia dentro de la obra de Alfonso X).