La Evolución de Don Quijote y Sancho Panza: Simbolismo y Desarrollo de Personajes

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Don Quijote de la Mancha: La Transformación del Caballero

La lectura de esa caterva de libros le hizo olvidar la práctica de la caza y la administración de su hacienda. Don Quijote (DQ) nomina su realidad de caballero, asignando nombres significativos a su entorno:

  • Rocinante: Un «nombre alto, sonoro y significativo».
  • Dulcinea del Toboso: Que resulta «músico y peregrino y significativo», aunque sabremos que no es otra que Aldonza Lorenzo.

Los sentidos le engañan (los molinos de viento). Las apariencias le engañan (el baciyelmo); la realidad es equívoca.

El Rol de Don Quijote y la Intención del Autor

Tras conocer que su historia se ha publicado, los demás serán quienes cambien la realidad: Sancho, Sansón Carrasco, los duques… Su función dentro del mundo será deshacer agravios y enderezar tuertos.

¿Qué pretendía el autor al disfrazarlo de caballero andante?

Es un personaje loco pero discreto que vive en un país asediado por problemas económicos, políticos y sociales acuciantes. Pondrá de manifiesto, con la ironía erasmiana, los papeles que los hombres representan en esa comedia que es la vida.

Su comportamiento en la Segunda Parte crece en dimensión humana: si su moral solo había obedecido al esfuerzo, ahora obedece a la moral del sentido. Pocos personajes son todavía los que no se ríen de él, pero ahora vive de su gloria. Ningún personaje literario, hasta entonces, se había tomado esa licencia.

Sancho Panza: Evolución y Cordura del Escudero

El proceso evolutivo de Sancho es más evidente. Era un labrador, hombre de bien, si se puede dar este título a un pobre. Pero tiene «poca sal en la mollera» (I, 7), lo cual después dará mucho de sí.

Características del Escudero

Las siguientes cualidades caracterizan al rechoncho escudero:

  • Su fe ciega en su amo y su fidelidad al caballero.
  • Su sentido del humor y su socarronería.
  • Su sentido particular de la realidad y su deseo de mejorar de condición económica.
  • Su gracejo en la conversación y su filosofía expresada en retahílas de refranes.

Sancho y la Figura del Gracioso

Sancho es el personaje más similar a lo que después explotará Lope de Vega en el teatro en la figura del gracioso. Sancho se declara cristiano viejo:

«Soy algo malicioso, tengo ciertos asomos de bellaco, pero todo lo cubre mi simpleza, creo en Dios y soy enemigo mortal de los judíos» (II, 8).

Siente un placer incontrolable por hablar. De personaje auxiliar en la Primera Parte, pasa a representar una dimensión distinta al protagonizar veinte capítulos. Realizará su meta: será gobernador de una ínsula, donde sorprenderá a todos por su cordura y sensatez.

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