Evolución Económica de España y la Unión Europea: Tratados, Riqueza y Competitividad
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Evolución Económica de la Unión Europea y España
Tratados Constitutivos de la Unión Europea
Los tratados fundacionales de la CECA, CEE, y CEEA reafirman la necesidad de cooperación económica y tecnológica entre los países europeos en un contexto histórico de distanciamiento internacional (Guerras Mundiales, Telón de Acero...). Se basan principalmente en la integración de mercados y sectores.
Los textos modificativos como el Acta Única Europea (AUE) van más allá de las intenciones fundacionales, pasando de la idea de integración de mercados a la creación de instituciones y un mercado común de total apertura. El Tratado de la Unión Europea complementó los textos anteriores con un nuevo marco jurídico-político en la misma orientación integradora.
Ventajas y Desventajas de la Riqueza Española
El “milagro económico español” fue posible gracias a la creciente capitalización tras la apertura al exterior, que consistió en sustituir trabajo por capital a medida que se modernizaba la economía. El crecimiento se basó en un incremento sostenido de la productividad, que sufrió la crisis energética de los 70, dando lugar a un perfil económico cíclico muy volátil y a una alta tasa de desempleo estructural. Estas son las dos principales desventajas comparativas en España.
La estructura de las inversiones en España en las últimas décadas ha estado orientada a la construcción y a la industria derivada de ésta. Los activos financieros son un componente muy relevante del patrimonio total, la economía española está muy financiarizada. No es de extrañar, pues, que España sea cuna de grandes empresas financieras y constructoras.
Efectos del Plan de Estabilización y Apertura al Exterior
Gracias al proceso de preestabilización comenzado en 1957, España comienza a integrarse en las instituciones de Bretton Woods. En 1959, el Plan de Estabilización y Apertura inicia la modernización de la economía nacional. Se desarrolla la legislación de ordenación económica y se trata de corregir los desequilibrios históricos de nuestro mercado y buscar la cohesión con el entorno europeo. Se plantea subir los impuestos para poder aumentar el gasto, y se suben los tipos de interés.
Se consiguió eliminar el exceso de demanda tras décadas de autarquía, y la mejora de la balanza de pagos gracias a precios competitivos y a la liberalización del mercado laboral, canalizando la emigración al exterior y logrando el pleno empleo. Se implantó el seguro obligatorio de desempleo en 1961. El aumento de la renta y la recaudación permitieron financiar inversiones públicas. El crecimiento se centró más en el sector privado que en el público, aún con escasa dotación de infraestructuras.
Se inició la apertura a la importación de hidrocarburos (desarrollando industria intensiva en energía), y la importación de maquinaria y equipo, dando lugar al cambio tecnológico que haría despegar el proceso de convergencia con Europa y la reinserción en el comercio mundial con mayor competitividad.
Causas de la Pérdida de Competitividad Española
El aumento de la competencia a escala mundial, y las estrategias de deslocalización de parte de la producción en países con ventajas de costes podrían explicar esta pérdida de competitividad. La participación de las economías emergentes en el comercio mundial se ha incrementado en detrimento de la de los países industrializados.
La fragmentación espacial del proceso productivo ha contribuido a aumentar el contenido importador de las exportaciones, tendiendo a reducir, por tanto, el valor añadido obtenido al exportar. España ha experimentado una acusada pérdida de competitividad-precio frente a los países desarrollados.
Otro motivo es que las exportaciones españolas siguen más orientadas hacia productos de contenido tecnológico bajo y de tecnología media-alta, mientras que los productos de mayor contenido tecnológico desempeñan un papel reducido.