La evolución de la escritura en Europa y América

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La difusión social de la escritura

La difusión social se logró mediante el cincelamiento de sus formas para las prensas de la imprenta, que surgieron en la segunda mitad del siglo XV. Los códices litúrgicos continuaron utilizando la gótica textual, mientras que los mercaderes, notarios y escribientes de chancillerías seguían empleando la gótica cursiva más o menos formada.

En la itálica, utilizada en cartas, documentos y libros ordinarios, se encuentra el origen de la escritura manuscrita en Europa y América durante la Edad Moderna, a excepción de los países alemanes que se aferraron a la gótica.

Entre los años 1450-1500, Italia se convirtió en la principal productora de libros impresos. La imprenta italiana abandonó los caracteres de textura gótica de Gutenberg y adoptó la elegante y humanista redonda "antiqua".

Cuando Gutenberg inventó los tipos metálicos móviles alrededor de 1450, los escribientes ya no eran necesarios para la producción de libros. Sin embargo, continuaron escribiendo los títulos de los libros impresos e inscribiendo letras iniciales en color, ya que resultaba más económico que crear un tipo metálico para imprimir una sola letra roja en una página. Además, siguieron produciendo libros manuscritos para eclesiásticos y nobles.

Escritura hispano-humanística contemporánea

Petrarca y Boccaccio fueron quienes alentaron el nacimiento de la letra humanística en la península italiana a finales del siglo XIV. Esta letra retomaba la esencia de la letra carolina y se consolidó en los siglos XVI y XVII. La "erróneamente denominada" escritura humanística cursiva, a la que Cencetti aplicaría el apelativo de "itálica", se introdujo en la imprenta gracias a la labor del impresor Aldo Manuzio. La reforma caligráfica iniciada en el siglo XV, y que culminaría en el siglo XVII, dio como resultado la letra española que hoy en día utilizamos con escasas modificaciones. El término "italiano bastarda" se extendió, empleando el gentilicio nacional como calificativo. A finales del siglo XVI, las clases de letras se redujeron a la bastarda y a la procesal. En el siglo XVII, surgieron nuevos calígrafos que matizaron los caracteres y usos de la bastarda española, como el Padre Flórez, con su Método del arte de escribir, publicado en 1614. En este siglo, la letra bastarda se había extendido por todas las clases sociales, mientras que la escritura procesal seguía siendo utilizada por los notarios. También se utilizaba la letra encadenada, así llamada porque no se levantaba la pluma del papel.


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