Evolución de la Escultura Moderna: De Rodin al Expresionismo
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Escultura Contemporánea: Un Viaje a Través de sus Maestros
1. Auguste Rodin: El Impresionismo en Tres Dimensiones
Auguste Rodin revolucionó la escultura al introducir el impresionismo en sus obras. A través de la renovación de técnicas, logró incorporar juegos lumínicos que dotaron a sus creaciones de una vitalidad sin precedentes. Tras su viaje a Italia en 1875, quedó profundamente influenciado por la terribilità de Miguel Ángel.
El arte de Rodin rompió con los cánones académicos establecidos. A pesar de contar con el favor de la crítica y del arte oficial, que se materializó en varios encargos estatales, el gran público a menudo no comprendió su obra, llegando incluso a burlarse de ella. En su segunda etapa, creaciones como El Beso, El Pensador y Los Burgueses de Calais evidencian un deterioro de las anatomías que anticipa las deformaciones del expresionismo.
El movimiento es el componente primordial en la escultura de Rodin, seguido de cerca por la luz. Su técnica impresionista, combinada con la rugosidad de las superficies y la multiplicación de planos generada por el movimiento, produce efectos de luz cambiante y dinámica.
2. La Primera Mitad del Siglo XX: Una Revolución Escultórica
El siglo XX marcó una etapa de revolución radical para la escultura contemporánea. Las tendencias evolucionaron en paralelo a las de la pintura, y no era infrecuente que los pintores también incursionaran en el ámbito escultórico.
Tendencias Principales:
- Abstracción Geométrica y Espacial: Una línea se centró en las formas geométricas, la abstracción y la exploración de espacios.
- Expresionismo y Patetismo: Otra vertiente utilizó el lenguaje escultórico como vehículo para expresar la angustia del ser humano contemporáneo.
Línea 1: Innovación y Espiritualidad
Constantin Brancusi se erige como uno de los más grandes innovadores. Sus obras hasta 1910 muestran una clara influencia del cubismo. Progresivamente, fusionó formas cubistas con enfoques expresionistas, creando piezas como El Beso, donde infundió un aliento espiritual y un ritmo vertical dinámico.
Inicialmente, Brancusi no abrazó el arte no figurativo, partiendo siempre de elementos reales. Tampoco aceptaba la escultura abierta, manteniendo volúmenes cerrados. Sin embargo, su evolución lo llevó hacia la abstracción y el volumen no figurativo.
Línea 2: Angustia y Deformación Expresionista
El expresionismo, al igual que en la pintura, se consolidó como una constante en el lenguaje escultórico. Los artistas descubrieron la intensidad expresiva de las deformaciones y el vitalismo de los gestos crispados.
La tragedia de la Segunda Guerra Mundial provocó un retorno al expresionismo. Los escultores enfatizaron las deformaciones y los gestos de angustia. Alberto Giacometti, alrededor de 1930, exploró las metamorfosis expresionistas, extremando la delgadez de sus figuras y la rugosidad de sus superficies.
Henry Moore: Humanismo y Monumentalidad
Henry Moore, influenciado por las vanguardias, alcanzó la madurez artística a partir de 1995. Su humanismo se manifiesta en temas recurrentes como el grupo familiar, la maternidad, el guerrero herido y las figuras reclinadas.
Sus figuras son tratadas con una cualidad arquitectónica, adquiriendo un aire monumental incluso en tamaños reducidos. Su obra transita entre la abstracción, la figuración y la semifiguración. Una de sus piezas más célebres, Figura reclinada, ilustra su evolución hacia formas cada vez más abstractas. Las deformaciones de los miembros y la potencia sugestiva de los espacios vacíos que separan las figuras anticipan los huecos o espacios internos característicos de la escultura posterior.