La Evolución de las Especies: Perspectivas Biológicas y Críticas Éticas

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Críticas y Mejoras al Evolucionismo Darwinista

Pero, sobre todo, critican al evolucionismo su supuesto carácter contrario a la ética. Desde este punto de vista, alertan de que esa lucha por la vida significaría una lucha feroz de todos contra todos, lo que supondría la desaparición de cualquier justificación ética racional o, incluso, la posible desaparición de la humanidad en esa supuesta lucha a muerte por la supervivencia.

Cabe advertir, no obstante, que estas objeciones no son válidas. La teoría evolucionista de Darwin fue mejorada principalmente por dos desarrollos posteriores:

  1. Por la explicación genética de la causa de los cambios aleatorios que se producían en los individuos de una determinada especie, a partir de los cuales se podría constituir una nueva especie.
  2. Por la indicación de Alfred Russel Wallace, según la cual los cambios culturales ejercen una mayor influencia que los factores físicos en ese proceso de selección natural.

Por otra parte, esas mejoras del evolucionismo de Darwin no niegan en lo esencial su teoría, sino que la confirman. Por tanto, parece que no hay justificación para las concepciones dualistas o finalistas.

La Perspectiva Biológica de la Evolución

En 1858, Charles Darwin y Alfred Russel Wallace formularon su teoría de la evolución de las especies. Según esta teoría, todas las especies, animales o vegetales, han evolucionado a partir de otras anteriores siguiendo procesos de selección natural. Según este proceso, sobrevivirían los individuos de una determinada especie que se adapten mejor a las circunstancias del hábitat en el que estén instalados. Así pues, tendrán más opciones de éxito en esa lucha por la supervivencia los individuos más fuertes.

Desde este punto de vista, se rompen dos principios básicos de la explicación trascendentalista o religiosa. En primer lugar, la especie humana no ha aparecido en la Tierra espontáneamente o por mediación de una divinidad. No es una especie inmutable, sino que es fruto de la evolución de especies animales anteriores. En segundo lugar, no cabe, pues, la creencia en la separación radical entre los seres humanos y el resto de los seres animales.

Algunos defensores de la perspectiva religiosa han intentado cuestionar la solidez científica de la teoría darwinista alegando fallos a la hora de explicar la aparición de los nuevos individuos.

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