Evolución Geológica de la Península Ibérica: Áreas y Relieves
Clasificado en Geología
Escrito el en español con un tamaño de 6,17 KB
Etapas de la Evolución Geológica de la Península Ibérica
La evolución geológica de la Península Ibérica se puede dividir en las siguientes etapas:
1. Precámbrico o Era Arcaica (4000-600 millones de años)
Durante este período, emergió del mar una banda montañosa de dirección NO-SE, compuesta de pizarras y neis. Esta formación se encontraba en la actual Galicia y también en el Sistema Central y los Montes de Toledo. Posteriormente, esta área fue erosionada y cubierta por los mares paleozoicos.
2. Paleozoico (600-225 millones de años)
A finales del Paleozoico, se produjo la orogénesis herciniana. Los materiales acumulados en el océano, principalmente sedimentos duros como granito, pizarra y cuarcita, se plegaron y emergieron, formando una cordillera en dirección NO-SE. Así se originó el macizo Hespérico (núcleo fundamental de la Meseta), junto con los macizos de Aquitania, Catalano-Balear y del Ebro. Estos macizos fueron posteriormente erosionados y convertidos en zócalos.
3. Mesozoico (225-68 millones de años)
Este período se caracterizó por una intensa erosión que produjo penillanuras. Además, se depositaron importantes sedimentos en las fosas marinas de los actuales Pirineos y Sistemas Béticos.
4. Terciario (68-1,7 millones de años)
Durante el Terciario, tuvo lugar la orogénesis alpina. El desplazamiento hacia el norte de la placa africana provocó el levantamiento de las cordilleras alpinas: Pirineos, Cordilleras Béticas, Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico. Simultáneamente, se hundieron zonas de zócalo, dando lugar a las depresiones del Ebro y del Guadalquivir. La Meseta se orientó hacia el Atlántico y, por fallas, se crearon las depresiones interiores de la Submeseta Norte y Sur. También se formaron el Sistema Central y los Montes de Toledo.
5. Cuaternario (1,7 millones de años - actualidad)
Este período se caracteriza por el glaciarismo y la formación de terrazas fluviales. El glaciarismo afectó a las cordilleras más altas, formando glaciares de circo (que en su mayoría originaron lagos) y glaciares de valle (ríos de hielo, principalmente en los Pirineos). Las terrazas fluviales se formaron por la alternancia de épocas glaciares y postglaciares, creando terrazas escalonadas debido al depósito de materiales de los ríos en épocas de deshielo postglaciar.
Áreas Geológicas y Tipos de Relieve en la Península Ibérica
La evolución geológica ha determinado la existencia de tres áreas principales en la Península Ibérica, cada una con un tipo de roquedo diferente. La erosión en cada área crea distintos tipos de relieve: granítico, kárstico, arcilloso y relieves por erosión diferencial.
1. El Área Silícea
Está compuesta por rocas antiguas del Precámbrico y la Era Primaria (Paleozoico): cuarcitas, gneis y pizarras. Estos afloramientos de zócalo se extienden por el norte y oeste peninsular.
El granito se altera químicamente con el agua, y sus cristales se transforman en arenas pardoamarillas. En otros casos, se forman diaclasas (fracturas en la roca). En las montañas, estas diaclasas dan lugar a crestas agudas, escarpadas y dentadas, y a canchales (acumulaciones de fragmentos de roca al pie de las montañas). En zonas menos elevadas, si las diaclasas son paralelas, se forman domos (formas redondeadas). Si las diaclasas son perpendiculares, se forman bolas, que se amontonan formando berrocales y, a veces, caen de forma desordenada, creando un caos granítico.
2. El Área Caliza
Está formada por rocas de la Era Secundaria (Mesozoico), plegadas en la Era Terciaria. Se extiende formando una "Z" invertida por los Pirineos, Montes Vascos, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Cordillera Costero-Catalana y Cordillera Subbética.
La roca predominante es la caliza, una roca dura que se fractura en diaclasas y grietas, y se disuelve con facilidad en el agua. Esto da lugar al relieve kárstico, cuyas formas características son:
- Lapiaces o lenares: surcos o cavidades separados por tabiques.
- Gargantas: desfiladeros estrechos y profundos excavados por los ríos.
- Poljés: depresiones cerradas de fondo plano.
- Dolinas o torcas: depresiones circulares.
- Cuevas: cavidades subterráneas formadas por la disolución de la caliza.
- Simas: aberturas estrechas que comunican la superficie con las galerías subterráneas.
3. El Área Arcillosa
Está compuesta por rocas sedimentarias de las Eras Terciaria y Cuaternaria. Se localiza en las cuencas de la Submeseta Norte y Sur, en las depresiones del Ebro y Guadalquivir, y en las llanuras costeras mediterráneas.
Las rocas predominantes son las arcillas, de escasa resistencia. Forman un relieve horizontal, donde los ríos abren valles, originando llanuras suavemente onduladas. En zonas secas, las lluvias torrenciales forman cárcavas, creando los característicos badlands (paisajes de cárcavas).
4. El Relieve Causado por la Erosión Diferencial
En todas estas áreas, existen rocas de diferente resistencia. La erosión actúa de forma diferencial, dando lugar a distintos relieves:
- Cuando los estratos son horizontales y alternan capas duras y blandas, se forman páramos, que pueden evolucionar a cerros testigo y antecerros. Este relieve es común en las cuencas sedimentarias meseteñas y en las depresiones del Ebro y Guadalquivir.
- Cuando los estratos están suavemente inclinados y alternan materiales duros y blandos, se forman cuestas.
- Cuando los estratos están plegados, con materiales duros y blandos, se forma el relieve apalachense (en zonas antiguas) y el relieve jurásico (en cordilleras jóvenes).