Evolución Humana y Diversidad Cultural: Un Recorrido por la Hominización y la Cultura
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El Proceso de Hominización: Un Viaje Evolutivo
Sabemos que la vida en la Tierra se originó hace unos 3500 millones de años. Si tenemos en cuenta que los primeros **homínidos** aparecieron hace 5 millones de años, nos damos cuenta de que los humanos somos unos recién llegados. Los científicos calculan que hace entre 5 y 7 millones de años, un **cambio climático** deforestó África central y oriental. Este cambio supuso un verdadero reto ecológico para nuestros antecesores. La **selección natural** debió favorecer a aquellos primates mejor adaptados al medio.
El **bipedismo** permitió un mayor control del entorno. Esta liberación de las manos es básica para la **manipulación y fabricación de herramientas**. Se produce una interacción **mano-cerebro** que se encuentra en la base del desarrollo encefálico. La creciente **encefalización** contribuye al desarrollo de la **inteligencia**, el **lenguaje** y la **socialización**. A medida que surgen tareas más complejas, se hace necesario un cerebro con más capacidad, y esto solo es posible si el cerebro madura lentamente y conserva una **plasticidad** que permite aprender situaciones nuevas.
Hominización y Humanización: Procesos Interdependientes
El conjunto de estos cambios anatómicos y fisiológicos es lo que conocemos como **proceso de hominización**. Pero, de forma paralela, también iban surgiendo transformaciones psicológicas, conductuales y sociales, denominado **proceso de humanización**. Se trata de dos procesos interdependientes que se influyen mutuamente: sin hominización no hay humanización. Biológicamente somos primates evolucionados; culturalmente estamos muy lejos de ellos. Esto es lo que nos lleva de la biología a la cultura.
¿Qué Entendemos por Cultura?
El concepto de cultura puede abordarse desde diferentes perspectivas:
Concepto Pedagógico
La etimología del término **cultura** viene del latín *cultus*, que a su vez procede del verbo *colere*, que significa "cultivar". Originalmente se aplicaba al cultivo del campo. A partir del siglo XVIII, se aplicó metafóricamente y se empezó a hablar de *cultura animi*, el **cultivo del alma**. De esta manera, a la persona que poseía algo de conocimiento se le conocía como "cultivada".
Concepto Antropológico
Hacia el siglo XIX, la cultura incluye todo tipo de habilidades, es decir, todo aquello que los individuos aprenden en la sociedad. La cultura va ligada al **aprendizaje** y a la **vida social**; no hay, pues, cultura innata. La cultura es aquello que aprendemos socialmente por medio del **lenguaje** y, a la vez, aquello que nos permite aprender y socializarnos. Por otra parte, es evidente que toda persona tiene cultura por el simple hecho de vivir en sociedad. Hay **culturas diferentes**, pero es el resultado de diferentes adaptaciones al medio. Solo se podría aplicar el concepto de "salvaje" a un individuo que se hubiese criado fuera de la sociedad.
Diversidad Cultural y Actitudes Relacionadas
La **diversidad cultural** es un hecho que obedece a factores geográficos e históricos. Ante ella, surgen diferentes actitudes:
Etnocentrismo
Es la actitud que nos lleva a situar nuestras pautas culturales como el centro de referencia de otras culturas y a valorarlas según su proximidad a la nuestra. La persona **etnocéntrica** es aquella que piensa que su cultura es más racional, más normal, pero siempre superior a las demás.
Relativismo Cultural
Es la posición que adoptan quienes creen que las culturas no se pueden comparar entre ellas. Este punto de vista parte de la idea de que cada cultura tiene sus patrones de valoración, sin que exista nada que se pueda imponer a los otros como un patrón universal.
Universalismo Cultural: Un Punto de Encuentro
A pesar de que se trata de actitudes opuestas, el etnocentrismo y el relativismo parecen abocados a un mismo destino: la negación de la relación entre culturas. En ambas actitudes late un mismo prejuicio: la creencia en que las culturas son bloques homogéneos y monolíticos, cuando de hecho se trata de realidades porosas y cambiantes. Sin embargo, existe una posición intermedia llamada **universalismo cultural**. Se trata de un punto de vista que defiende que, bajo las particularidades de cada cultura, hay algunos elementos comunes a todas ellas que denominamos **universales culturales**.