Evolución Humana: Hominización y el Surgimiento del Lenguaje

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El Proceso de Hominización

El proceso de hominización se refiere a la serie de transformaciones que, a lo largo de millones de años, dieron lugar a la especie humana. Entre los cambios más significativos se encuentran:

Posición Erguida

La marcha bípeda, es decir, la capacidad de andar sobre los dos pies sin usar las manos, fue un hito crucial. Esta posición provocó una serie de cambios anatómicos como la pérdida de la prensión en los pies, cambios en la curvatura de la columna y el fortalecimiento del cuello.

Liberación de Extremidades Superiores

Con la adopción de la postura erguida, las manos quedaron libres y sustituyeron a la boca como órgano de defensa y trabajo. Esto posibilitó la utilización e invención de toda clase de instrumentos, marcando el inicio de la tecnología.

Desarrollo Cerebral

El cerebro triplicó su tamaño durante el proceso de hominización. Existe una relación bidireccional entre el desarrollo cerebral y la destreza manual: cuanto mayor es la pericia en la fabricación de objetos, mayor es la capacidad para idearlos y concebirlos; y, a la inversa, a mayor capacidad cerebral, mayor destreza manual. Con el desarrollo cerebral, aparecieron capacidades cognitivas fundamentales:

  • Capacidad Técnica: La habilidad para fabricar y utilizar instrumentos con el fin de modificar el entorno, evaluando la eficacia y satisfacción de los métodos y productos técnicos.
  • Capacidad Simbólica: La facultad intrínseca del ser humano para crear y expresarse a través de símbolos, base de la cultura y el lenguaje.

La Aparición del Lenguaje

El origen y la causa exacta de la capacidad lingüística humana siguen siendo un misterio, pero es innegable que ha sido responsable del apogeo de la cultura humana. Gracias al lenguaje, el ser humano es capaz de realizar generalizaciones y abstracciones, así como de referirse a realidades pasadas, futuras o imaginarias. Los animales, aunque pueden emitir y entender signos que expresan emociones básicas como el dolor, la alegría o la tristeza, no pueden expresar realidades más complejas como instrucciones, teorías, reglas o valoraciones.

Sobre cómo, cuándo y por qué los gestos pudieron dar lugar a la comunicación articulada, existen varias hipótesis:

  • Una mutación genética específica habría causado esta especialización lingüística.
  • El aumento progresivo de la inteligencia general favorecería el crecimiento de la capacidad simbólica y, consecuentemente, la lingüística.
  • La generalización de señales gestuales provocaría que estas se fueran combinando paulatinamente con señales vocales, evolucionando hacia el lenguaje articulado.

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