Evolución de la Industria Textil y el Sistema Monetario en la España del Siglo XIX

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La Industria Textil en la España del Siglo XIX

El camino hacia la industrialización en España fue iniciado por la industria textil, principalmente la del algodón. Cataluña fue el centro de esta actividad fabril por la abundancia de mano de obra, la mentalidad empresarial y la política proteccionista. Hasta 1849 se optó por medidas proteccionistas, retomadas en 1891 tras más de cuatro décadas de libertad de comercio. El resultado de ese proteccionismo supuso la parálisis del comercio y de toda mejora de la actividad productiva, ya que la ausencia de competencia desincentivó la innovación y la introducción de tecnología en el sistema de producción.

El desarrollo industrial catalán se basó en la introducción, a principios del siglo XIX, de máquinas movidas por ruedas hidráulicas o máquinas de vapor. La evolución de esta industria estuvo marcada por el contexto histórico:

  • Tras la parálisis producida por la Guerra de la Independencia y la pérdida de las colonias americanas, se recuperó la fabricación de hilados en la década de los años treinta.
  • La etapa de 1830-1855 fue de expansión.
  • Le siguió una recesión debido a la desviación de capital hacia otras inversiones y al impacto de la Guerra de Secesión en Estados Unidos.
  • A partir de la libertad de comercio de 1869 se produjo un periodo de recuperación, favorecida por el reforzamiento del monopolio mercantil con Cuba y Puerto Rico.
  • Por el contrario, la independencia de estas islas en 1898 tuvo efectos demoledores sobre la industria.

Otros Sectores Textiles

La nueva industria lanera mecanizada se ubicó en Tarrasa y Sabadell, donde se concentraban a finales de siglo el 40% de las máquinas de hilar lana y el 50% de los telares mecánicos de toda España. La industria de la seda tenía una larga tradición en Valencia, Murcia y Granada, pero entró en decadencia a comienzos del XIX y se trasladó a Cataluña. Por último, la industria del lino no se adaptó y acabó extinguiéndose.

El Sistema Monetario en la España del Siglo XIX

Las leyes de 1848 y 1864 implantaron un sistema bimetálico con el real como unidad básica. La reforma de 1864 estableció el escudo como unidad monetaria, basado ya en el sistema métrico decimal. La reforma definitiva llegaría con la revolución de 1868 y la implantación de la peseta como unidad monetaria.

El uso de la peseta tardó en generalizarse, pero a finales de siglo ya era la unidad monetaria utilizada en todas las transacciones económicas. A ello contribuyó la creciente emisión de billetes de banco. El oro dejó de circular en 1883. Además, el déficit de la balanza comercial española impulsó a los gobiernos a devaluar la moneda para que los productos españoles fueran más baratos en el exterior y aumentasen las exportaciones. Sin embargo, el resultado fue el empobrecimiento de la población, que tenía que pagar más caros los muchos productos importados.

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