Evolución Industrial Española: De la Autarquía Posguerra al Auge Económico (1940-1975)
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1.4. La Reconstrucción Industrial de la Posguerra Española
La Guerra Civil truncó la fase expansiva de la industria española. A su término, hubo que afrontar la reconstrucción, la recuperación económica y la puesta en práctica de una política industrial que resolviera las graves carencias del momento. Esto se abordó en un contexto de autarquía, es decir, de autosuficiencia económica.
En 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria (INI), con una fuerte participación de capital estatal en los sectores básicos de la industria (siderurgia, naval, petroquímica).
A partir de 1950, la situación mejoró. La economía española encontró cierto alivio gracias a las negociaciones con Estados Unidos y al ingreso en la ONU. Se puso fin al aislamiento y España se integró gradualmente en la economía internacional, al tiempo que la falta de capital fue suplida por las inversiones extranjeras que comenzaron a llegar.
La nueva estructura industrial se caracterizó por la dualidad: por un lado, un sector dominado por la gran empresa de capital público (Hunosa, Ensidesa y demás empresas pertenecientes al INI) y orientado a bienes de equipo; por otro, un sector integrado por la pequeña y mediana empresa de capital privado, dedicado a las industrias de transformación y de bienes de consumo.
Desde un punto de vista espacial, la política industrial favoreció la consolidación de algunas regiones industriales en detrimento de otras. Así, se polarizó claramente hacia Cataluña, País Vasco y Madrid, en perjuicio de otras que se configuraban como áreas subdesarrolladas y que comenzaban a padecer los efectos negativos del éxodo rural. Por ello, a partir de 1959, se decidió abordar el desarrollo industrial y económico siguiendo las directrices del Plan de Estabilización.
1.5. El Impulso Industrializador de los Años 60 y el Plan de Estabilación
El período entre 1959 y 1975 supuso un crecimiento económico sin precedentes, al que contribuyeron una serie de factores favorables, como la expansión generalizada de la economía capitalista, la llegada de capital extranjero y la instalación de grandes empresas multinacionales, entre otros.