Evolución de la Literatura Hispanoamericana en el Siglo XX: Corrientes y Autores Clave

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La Literatura Hispanoamericana en el Siglo XX

La mayor parte de los países hispanoamericanos se independizaron en el siglo XIX. Las sociedades americanas son complejas por su historia colonial, el mestizaje y el continuo interés que europeos y norteamericanos han mantenido sobre estos países. Durante el siglo XX, se suceden en América Latina guerras civiles, revoluciones y conflictos políticos de diversa índole que afectan a sus pueblos y generan una preocupación en los intelectuales, la cual se refleja tanto en la temática como en el modo de hacer literatura.

La Poesía Hispanoamericana

Los movimientos literarios europeos de finales del XIX y principios del XX, como el Modernismo y las vanguardias, también tuvieron eco en América. En el primero destacan Rubén Darío (quien fue su introductor en España con Azul…, de 1888) y José Martí. En cuanto a las vanguardias, debemos señalar al chileno Vicente Huidobro, iniciador del Creacionismo, a Gabriela Mistral (Premio Nobel en 1945) y a Nicanor Parra (Premio Cervantes 2011).

A partir de los años 30, siguiendo la tónica occidental, surge la poesía comprometida y humanizada en autores que habían comenzado en el Modernismo y pasaron por las vanguardias, como César Vallejo o Pablo Neruda (Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de 1924, y Canto general, de 1950; Premio Nobel en 1971). Más actuales quizá sean Mario Benedetti, con un estilo sencillo y comunicativo; y dentro de un estilo más experimental y personal, el poeta y ensayista Octavio Paz (Premio Cervantes 1981 y Premio Nobel 1990), uno de los más importantes por su calidad e influencia en sus contemporáneos.

La Narrativa Hispanoamericana

La narrativa hispanoamericana, al contrario que la poesía, permaneció estancada en las formas y temas decimonónicos durante las primeras décadas del siglo XX. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo, cobra tal fuerza que alcanza protagonismo internacional. Distinguimos varias etapas:

  • Hasta 1945: la novela realista.
  • De 1945 a los años 60: renovación narrativa y aparición del realismo mágico.
  • De los años 60 a los 80: el “boom” de la novela hispanoamericana.
  • De los años 80 a la actualidad: la nueva narrativa.

En la primera mitad del siglo, la narrativa sigue los cauces del realismo y el naturalismo, con tintes románticos y presentando las particularidades de la sociedad americana, por lo que también se la llama regionalista. Encontramos, también, la novela indigenista, que denuncia las desigualdades sociales y la opresión de los indios (El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría); y la novela política, donde aparece la figura del dictador enmarcada en una constante inestabilidad del sistema (Los de abajo, de Mariano Azuela).

A partir de 1940, el agotamiento de la novela realista lleva a la búsqueda de nuevos cauces narrativos:

  • Comienza el interés por el mundo urbano, frente al ruralismo anterior.
  • Aparece lo mágico, lo mítico y legendario enlazado con lo real: el real maravilloso —en palabras de Alejo Carpentier.
  • Estéticamente, atienden a las innovaciones de las grandes figuras de la novela europea y norteamericana (Faulkner, Kafka, etc.), y se adoptan elementos oníricos e irracionales del Surrealismo.

Los iniciadores de esta renovación son Jorge Luis Borges, autor de infinidad de magníficos cuentos, algunos compilados en colecciones como El Aleph (1949); Miguel Ángel Asturias con El Señor Presidente (1946), sobre la dictadura; Alejo Carpentier con Los pasos perdidos (1953), sobre la civilización frente a la naturaleza; Juan Rulfo, con el libro de cuentos El llano en llamas (1953), sobre el violento y miserable mundo rural mexicano, y la novela Pedro Páramo (1955), sobre un pueblo muerto habitado por fantasmas, reflejo de una sociedad agonizante; y, por último, Juan Carlos Onetti con La vida breve (1950).

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