Evolución Morfológica del Verbo Castellano: Perfecto, Imperfecto y Futuro

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La Transformación de los Tiempos Verbales en el Castellano

La **transformación verbal** afecta al resto de tiempos, pero destacaremos los principales cambios morfológicos y fonéticos.

El Tema de Perfecto (9)

Los temas de perfecto alternan entre formas fuertes y débiles. Los **perfectos fuertes** son aquellos que tienen la acentuación en la raíz (lexema) en lugar de en la desinencia. Hasta el **siglo XV** se conservaron numerosos temas de perfecto fuerte del tipo TRUJE o TRAJE.

Posteriormente, estas formas fuertes fueron alternando con **temas débiles** creados por **analogía**, los cuales acabaron por desplazar a los temas fuertes de la conjugación castellana. Por eso, durante la **Edad Media**, alternan formas como:

  • PRISE (fuerte, acento en el lexema) / PRENDI (débil, acento en la desinencia).
  • MISE / METI.

Es importante notar que estas formas débiles fueron creadas por **analogía**, ya que no existían en latín.

El Pretérito Imperfecto

El imperfecto, en principio, no plantea ninguna duda. Mediante la **vocal radical** y la **desinencia -BA** se creaba esta información temporal. Sin embargo, debido a cuestiones fonéticas, la bilabial /b/ que se encontraba en situación intervocálica solo se conservará en los verbos de la **primera conjugación**.

En la segunda y tercera conjugación, la bilabial desaparece por **debilitamiento** o **lenición**, lo que da lugar a una nueva desinencia para el pretérito imperfecto:

  • TENEBAS > TENÍAS.

Este cambio surge por la **pérdida de la bilabial** al estar entre dos vocales, lo que genera un **hiato** que acabará transformándose en el **diptongo -ia**. Esto ocurre a causa de la acentuación, ya que la vocal palatal es la que recibe el acento de intensidad, estando situada en el lexema. Esto lleva a que se cierre en un grado y nazca el diptongo -ia.

El Futuro

La forma latina del futuro desaparece, es decir, se **desgramaticaliza**. Sin embargo, esta información pasa a ser expresada por la **perífrasis** de infinitivo + haber. Esto constituye una **gramaticalización** desde el punto de vista morfológico, ya que este tipo de perífrasis ya existía en latín, aunque tuviera otro valor.

Ejemplo: AMAR + HA. Esta unión no se consolidó hasta finales de la Edad Media. Era común encontrar esta estructura, e incluso podía haber un **pronombre átono** en medio de las dos formas. De manera que, si tenemos amarte he, estamos ante una forma de futuro.

Fenómenos Fonéticos Asociados al Futuro

El hecho de que hubiera verbos de la tercera conjugación cuya vocal temática era breve implicaba que a veces esa vocal se perdiera por **síncopa**. Esto creaba un vacío fonético y grupos consonánticos de difícil pronunciación que debían ser rellenados con **consonantes de tipo oclusivo** que facilitaran la articulación.

Este fenómeno se extendió incluso a verbos de la cuarta conjugación latina.

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