Evolución de la Narrativa Española: De la Posguerra a Nuestros Días
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Los Años 40: La Sombra de la Guerra Civil y las Primeras Tendencias
En los años 40, la novela española y la literatura en general tuvieron que arrastrar las consecuencias de la Guerra Civil. Este periodo se caracterizó por:
- El exilio intelectual.
- El aislamiento político y cultural.
- Una literatura mediatizada por la censura.
- El autodidactismo de las nuevas generaciones de escritores.
- La necesidad de una nueva estética.
Tres tendencias destacaron en la primera década de posguerra:
- La novela nacionalista: que defendía la ideología del bando victorioso.
- El realismo tradicional: una actualización del costumbrismo decimonónico.
- El realismo existencial: que dirigía su mirada a las preocupaciones del hombre contemporáneo.
La obra más representativa de esta última corriente es La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, autor emblemático de esta primera generación de posguerra. Destacaron también Nada de Carmen Laforet, galardonada con el primer Premio Nadal en 1944, y las primeras novelas de Miguel Delibes.
Los Años 50: Apertura y Consolidación de Nuevas Voces
En los años 50, la situación empezó a cambiar. Este cambio permitió la difusión de nuevas corrientes de literatura extranjera y la aparición de nuevos premios literarios, como el Premio de la Crítica.
La renovación de la novela se consolidó gracias a los "escritores del medio siglo" (Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio, entre otros), pero también gracias a la continua labor de los escritores de la generación anterior, como Cela y Delibes. En esta etapa, destacaron novelas como La Colmena (Cela), El camino (Delibes), y El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio.
El Realismo Social: Reflejo de una Época (Años 50 y 60)
El realismo social se manifestó a lo largo de los años 50 y 60 a través de tres tendencias sucesivas:
- El objetivismo.
- El conductismo.
- El realismo moderado e histórico.
Esta corriente se caracterizó por:
- El protagonismo del personaje colectivo.
- El uso del narrador-cámara.
- La importancia del diálogo, que reflejaba fielmente el habla de los personajes.
No obstante, el realismo social presentaba dos inconvenientes principales:
- Una tendencia a denunciar sin una implicación profunda por parte del narrador o los personajes.
- Un cierto empobrecimiento estético en algunas obras, al priorizar el mensaje sobre la forma.
Nuevos Horizontes Narrativos: Hacia la Experimentación
Con el tiempo, la sociedad española experimentó cambios significativos, y la novela comenzó a indagar el conflicto personal dentro del entramado social, buscando nuevas formas expresivas.
En este contexto de evolución y búsqueda, destacaron obras fundamentales como:
- Tiempo de silencio del malogrado Luis Martín-Santos.
- Señas de identidad de Juan Goytisolo.
- La genial parodia de estas mismas tendencias renovadoras realizada por el veterano Gonzalo Torrente Ballester en su obra La saga/fuga de J. B.