Evolución de la Organización Territorial en España: De la Antigüedad al Estado de las Autonomías

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1. La Organización Territorial de la España Actual

La organización territorial en la España actual es el resultado de un largo proceso histórico que culmina con la creación del Estado de las Autonomías. Este modelo descentralizado divide el país en comunidades autónomas, provincias y municipios. Además, España establece fronteras con otros Estados, tanto terrestres (Marruecos, Portugal, Andorra, Francia) como marítimas (Reino Unido).

2. Evolución Histórica

Edad Antigua

Antes de la llegada de los romanos, la península Ibérica estaba habitada por diversos pueblos con sus propias costumbres e instituciones (íberos, celtas y celtíberos). La conquista romana implicó la creación de estructuras administrativas que superaron las estructuras tribales, dividiendo el territorio en provincias. En el 197 a.C., Roma estableció dos provincias, la Ulterior y la Citerior, que en época de Augusto se convirtieron en tres: Bética, Tarraconense y Lusitania. Con Diocleciano se creó el Conventum Hispaniarum, formado por la Bética, Lusitania, Gallaecia, Cartaginensis, Tarraconense y Mauritania Tingitana, a las que a finales del siglo IV se unió la Baleárica.

Edad Media

Tras la caída del Imperio Romano, los visigodos se establecieron en la península entre los siglos V y VIII, creando por primera vez un Estado unificado e independiente. Este Estado mantenía la división romana en sus líneas generales, aunque las unidades territoriales básicas (ducados) eran más pequeñas.

La invasión musulmana del 711 puso fin al Estado visigodo. Los musulmanes establecieron su propia división territorial, con un poder central fuerte y una administración dividida en provincias (Coras), cada una gobernada por un walí y con su propia capital. Con el tiempo, muchas de estas coras se convirtieron en reinos taifas. El último territorio musulmán en la península fue el reino de Granada.

Los cristianos que no aceptaron el dominio musulmán se refugiaron en las montañas del norte y crearon sus propios Estados, dando lugar a diferentes reinos: Portugal, León, Castilla, Aragón y Navarra. Cada uno tenía sus propias estructuras políticas y administrativas.

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