La Evolución del Patrimonio Cultural: Del Coleccionismo Dinástico a la Nación (Antigüedad - Siglo XIX)

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Evolución Histórica de la Conservación y el Patrimonio Cultural

Desde la Época Antigua, los objetos eran conservados principalmente por dos motivos fundamentales: su riqueza material o física y el significado o mensaje que transmitían.

La Antigüedad Clásica: Grecia y Roma

Durante el periodo clásico grecorromano, se coleccionaban principalmente bienes muebles y objetos de uso: cerámicas, pinturas y esculturas provenientes de botines de guerra o adquiridas en mercados, así como objetos preciosos como muestra de refinamiento y prestigio de sus poseedores.

La Edad Media (Siglos V al XV)

Esta época estuvo marcada por las devastadoras invasiones bárbaras que relegaron la antigua cultura romana a los monasterios. Convivían el viejo mundo pagano con la naciente y ferviente religión. La conservación se centraba en la riqueza de materiales, la habilidad de sus artífices o su rareza por ser ejemplar único.

Fue un periodo de peregrinaciones y de construcción de catedrales, inmerso en un profundo clima religioso. El viaje a Oriente trajo consigo numerosos objetos (mosaicos, columnas, capiteles, etc.) de los pueblos evangelizados. Estos bienes se convirtieron en foco de atracción de peregrinos y en medios para la alabanza a Dios.

La Edad Moderna (Siglos XVI y XVII)

Influenciado por los humanistas italianos del Quattrocento, este periodo intentó romper con el pasado medieval, poniendo el foco en la Antigüedad romana, considerada un periodo glorioso que se buscaba revivir.

Se comenzó a acumular bienes con un sentido de memoria y proyección futura. Los bienes de la antigüedad se contemplaban como una enseñanza, no solo para aprender, sino para superarla.

El Papel de las Dinastías y el Coleccionismo

Fue crucial el papel de las distintas dinastías europeas hasta el siglo XVIII. En España, destacaron los Austrias y los Borbones, grandes favorecedores del arte y con un notable hábito coleccionista. Durante este siglo, el Rey Felipe V fundó en 1752 la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con el objetivo de impulsar la cultura y el aprecio por las artes.

A raíz del texto de Lhermite, se vislumbra el alto valor formativo y la capacidad de maduración que se atribuía a los viajes y a las estancias en otras tierras, aunque también se viajaba por motivos laborales.

El Siglo XIX: De la Propiedad Privada al Patrimonio Nacional

Eventos clave como la Revolución Francesa y las leyes desamortizadoras (Madoz, Mendizábal) generaron un nuevo régimen político, pasando de monarquías absolutistas a monarquías constitucionales. Esto supuso que los bienes artísticos, conservados hasta entonces en poder de las élites, pasaran a ser posesión del Estado.

La Conciencia de la Responsabilidad Estatal

Esta transición implicó para el Estado la toma de conciencia de una nueva y difícil responsabilidad. Para evitar los actos vandálicos contra los bienes (dada su relación con las élites del Antiguo Régimen), el Estado, junto con clérigos e intelectuales, llegó a la conclusión de que la mejor manera de protegerlos era reunirlos, despojarlos de su asociación histórica al poder y, en los Museos, mostrarlos al público para que aprendieran a valorarlos.

De esta manera, el patrimonio se consolidó como:

  • Símbolo de memoria colectiva.
  • Signo de identidad nacional.
  • Necesario para la educación.
  • Una conquista social.

Los bienes histórico-artísticos, cuyos propietarios absolutos eran la Corona, la nobleza y el clero, pasaron a ser, debido a las leyes desamortizadoras de la época (como las de Mendizábal y Madoz), Patrimonio de la Nación. Se intentó eliminar la asociación histórica entre Patrimonio y poder o autoridad, que había sido el motivo de gran destrucción durante las revueltas de la Revolución Francesa.

Ampliación del Concepto de Patrimonio

Los grandes viajes, las exploraciones y el descubrimiento de nuevas civilizaciones con su propia riqueza artística abrieron el abanico para considerar digno de protección y admiración otro tipo de bienes, géneros y épocas. Es decir, se renovó el concepto de Patrimonio, comenzando a valorar antigüedades de cualquier ámbito geográfico y temporal.

La Evolución del Viajero

El concepto de viajero también había cambiado:

  1. Viajero Ilustrado (Siglo XVIII): Viajaba para adquirir conocimientos y revertirlos en beneficio de la sociedad.
  2. Viajero Romántico: Entendía el viaje como una experiencia para el ánimo y el alma, un ejercicio para el intelecto y para su satisfacción personal.
  3. Nuevo tipo de Viajero (Belle Époque): Buscaba principalmente el placer.

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