Evolución del Pensamiento Económico: Clásicos, Neoclásicos y Keynesianos
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Clásicos vs. Neoclásicos
Para la economía política clásica, el objeto de estudio son las leyes sociales que rigen la producción y distribución de los medios materiales necesarios para satisfacer las necesidades sociales. La escuela clásica surge en un periodo de conflicto y transformación, cuando todavía estaban instauradas las monarquías absolutistas. Por todo ello, su gran preocupación era la riqueza y su distribución, partiendo de un análisis basado en las clases sociales. Se consideraba que el obrero destinaba su salario al consumo, el capitalista acumulaba beneficio y el terrateniente obtenía renta de las tierras.
Respecto a la figura del terrateniente, existían dos opiniones principales:
- David Ricardo pensaba que el terrateniente era una traba para el crecimiento económico. Definía el capital en función del beneficio, considerando este último como la clave del crecimiento. Para Ricardo, el capital representa el dominio de los recursos que los capitalistas utilizan para lograr el dominio sobre el trabajo.
- Thomas Malthus, todavía anclado en una visión cercana al sistema feudal de clases, no veía al terrateniente como un problema fundamental y explicaba las crisis económicas por la sobreproducción inherente al capitalismo.
Dinámica del Sistema según los Clásicos:
- Adam Smith: Sostenía que la base del progreso técnico reside en la división del trabajo, la cual depende del tamaño del mercado, la especialización y las ventajas absolutas de cada país. Las fábricas son el mejor ejemplo de especialización del trabajo, donde conviven el cambio técnico, el control y la disciplina.
- Karl Marx: Coincidía en que las fábricas también sirven para disciplinar a la fuerza laboral. Se preguntaba: si el trabajo produce riqueza, ¿qué explica las desigualdades de ingresos? Para aumentar la riqueza, ¿solo se debería influir en el trabajo? ¿En qué se diferencian los grandes ingresos de los bajos? Marx lo explica a través del concepto de plusvalía. El origen de la acumulación de capital está en la plusvalía, definida como el volumen de mercancías que excede las necesarias para mantener a los obreros que las producen. Catalogaba al trabajo como una mera mercancía que produce más valor de lo que cuesta mantenerla. Esta plusvalía, al reinvertirse, permite el proceso de acumulación del capital, base del sistema capitalista. Para evitar que disminuya la tasa de acumulación, se ejerce más presión sobre el factor trabajo, ya sea reduciendo salarios, aumentando las horas de trabajo o incrementando la productividad.
Diferencias Fundamentales: Clásicos vs. Neoclásicos
El enfoque sobre el problema económico difiere sustancialmente:
- Para los clásicos, el problema central es el análisis de las condiciones que garantizaban el funcionamiento del sistema económico basado en la división del trabajo y la acumulación.
- Para los neoclásicos, el problema es la utilización óptima de los recursos escasos para la satisfacción de las necesidades individuales (utilidad).
Conceptos Clave en Disputa:
Valor:
- Clásicos: Visión objetiva basada en la cantidad de trabajo o dificultad de producción (costos).
- Neoclásicos: Visión subjetiva basada en la utilidad o satisfacción que proporciona un bien.
Objeto de Estudio:
- Clásicos: Estudio de las leyes sociales que rigen la producción y distribución de los medios materiales para satisfacer necesidades sociales, con énfasis en las clases.
- Neoclásicos: Estudio de fenómenos económicos (precios, asignación de recursos) considerados como independientes de la voluntad humana y condicionados por la escasez.
Distribución:
- Clásicos: Un problema relacionado con el papel y el poder de las diferentes clases sociales (trabajadores, capitalistas, terratenientes). El poder de los grupos sociales podía vincularse al control de los medios de producción o la tecnología.
- Neoclásicos: Una especialización de la teoría de precios. La retribución de los factores (trabajo, capital) se determina según su productividad marginal y su contribución a la utilidad.
A los clásicos les preocupaban temas como el excedente de producción y la acumulación, que perdieron centralidad para los neoclásicos. Alfred Marshall, figura clave neoclásica, consideraba la distribución como un caso específico de la formación de los precios, reinterpretando así los factores clásicos de tierra, trabajo y capital. Los neoclásicos también diferenciaron entre renta personal y renta funcional, promoviendo la idea de individuos libres y autónomos cuyas decisiones económicas no están predeterminadas por su pertenencia a una clase social. Este cambio conceptual marcó el paso de la Economía Política a la Economía como disciplina.
Economía Keynesiana y Desarrollo
John Maynard Keynes criticó la idea del ajuste automático de los mercados defendida por los neoclásicos, tanto en los mercados de bienes y trabajo como en el sistema del patrón oro. Sostenía que el Estado tiene un papel crucial para mitigar los problemas de la actividad económica mediante la combinación de Política Fiscal (PF), Política Monetaria (PM) y Política Comercial.
Sus escritos, en gran medida dirigidos a solucionar la Gran Depresión, proponen:
- La dinámica del sistema debe entenderse como un fenómeno de equilibrio macroeconómico, pero este equilibrio no necesariamente coincide con el pleno empleo.
- El problema recurrente del sistema capitalista es el desequilibrio causado por una demanda agregada insuficiente (menor que la producción potencial). Mediante los instrumentos de PM y PF, es posible acercar la economía al equilibrio con pleno empleo.
- Keynes introduce explícitamente al Estado como un agente económico fundamental, junto a consumidores y empresas (mercados), a diferencia de los neoclásicos.
- Para Keynes, la demanda es la precursora de la oferta (Demanda Agregada -> Producción).
- La fuerza de trabajo no es una mercancía más; el mercado laboral no funciona igual que el de bienes. El desempleo, en gran medida, es involuntario y resultado de una demanda agregada insuficiente, no de la voluntad de los trabajadores.
Dinero e Interés en Keynes:
A diferencia de clásicos y neoclásicos (que veían una dicotomía entre lo real y lo monetario, considerando el dinero solo como medio de cambio y el tipo de interés como el precio que equilibra ahorro e inversión A=I), Keynes introduce la preferencia por la liquidez. La gente demanda dinero no solo para transacciones, sino también por precaución y especulación. El deseo de mantener dinero líquido (atesoramiento) depende del tipo de interés, pero también de la incertidumbre sobre el futuro. El tipo de interés se determina en el mercado monetario por la oferta (controlada en parte por la autoridad monetaria) y la demanda de dinero (preferencia por la liquidez). La inversión depende de las expectativas empresariales sobre la rentabilidad futura, concepto encapsulado en la eficiencia marginal del capital, comparada con el tipo de interés.
Para Keynes, la regla del sistema capitalista dejado a su suerte tiende a ser el desempleo y la depresión, incluso en situaciones de equilibrio macroeconómico, ya que no existe un mecanismo automático que garantice el pleno empleo. La inversión es el elemento más volátil y principal motor (o freno) de la actividad económica, y el desempleo es un mal endémico del sistema si no se interviene.
Bases del Pensamiento Keynesiano:
- Cuestiona la capacidad de la economía clásica/neoclásica para solucionar las crisis y el desempleo.
- Reconoce la existencia y persistencia del desempleo involuntario.
- Rompe la supuesta armonía automática entre el interés privado y el interés público.
Desarrollos Posteriores:
Entre 1945 y 1970 (la"Edad de Oro del Capitalism"), se consolidó el Estado del Bienestar en muchos países desarrollados, y la problemática del crecimiento económico recuperó importancia. El pensamiento keynesiano se adaptó también para abordar los desafíos del desarrollo en el"Tercer Mund", surgido tras la descolonización.
Roy Harrod fue uno de los principales economistas que desarrolló formalmente las ideas keynesianas sobre el crecimiento, enfocándose en el lado de la demanda y el carácter dual de la inversión (genera renta y aumenta capacidad productiva). Estos modelos de crecimiento keynesianos encontraron contrapartida en economistas que enfatizaron el lado de la oferta, como Robert Solow. Posteriormente, economistas como John Hicks y Paul Samuelson intentaron integrar el pensamiento keynesiano con el neoclásico, dando lugar a la llamada Síntesis Neoclásica-Keynesiana.