Evolución de la Población Española: Historia, Demografía y Migraciones

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Evolución de la Población en España

Ello fue debido a que finalizaron las grandes epidemias, a que se produjeron mejoras en la alimentación gracias a las buenas cosechas y a que el impacto de las guerras sobre la población fue mucho más reducido que en etapas anteriores.

En esta época se aceleró el proceso de despoblamiento del interior de la península y, a su vez, el crecimiento de las regiones periféricas. En el siglo XIX comenzó el proceso de transición demográfica, ya que tras la crisis de la Guerra de Independencia comenzó a descender la mortalidad, se mantuvo una tasa de natalidad muy elevada y, como consecuencia, se produjo el incremento del crecimiento vegetativo.

Etapas del Crecimiento en el Siglo XX y XXI

A lo largo del siglo XX, la población se fue acercando cada vez más al denominado crecimiento cero, aunque durante los últimos años dicha tendencia empezó a cambiar ligeramente. Esta evolución puede resumirse en tres etapas principales:

  • Primera etapa (hasta mediados del siglo XX): El crecimiento fue relativamente fuerte, a pesar de los efectos de la Guerra Civil y de sus consecuencias en los denominados "años de hambre".
  • Segunda etapa (1950-1975): Se produjo el momento de mayor crecimiento, hasta el punto de que esta etapa puede denominarse explosión demográfica.
  • Tercera etapa (1975-1995): El crecimiento se redujo considerablemente debido a la caída de la natalidad, hasta llegar, a finales del siglo XX, a un modelo que se acercaba al denominado crecimiento cero o equilibrio demográfico.

La población ha empezado a recuperarse en la última década, es decir, en poco más de lo que llevamos de siglo XXI, gracias al aporte de los inmigrantes. En estos últimos ocho o diez años, la población ha crecido tanto como en los veinticuatro años anteriores.

El Pasado Migratorio de España

La situación geográfica entre Europa y África hace que el país tenga un pasado migratorio muy activo. La emigración a América después de 1492 es otro hecho clave para la historia de las migraciones que, con algunas fluctuaciones, se ha mantenido a lo largo de toda nuestra historia.

Los flujos emigratorios pueden producirse dentro de las fronteras de España o conllevar el abandono del país y la llegada a otro.

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