Evolución de la Poesía Española: 1936-1975
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La Poesía Española de Posguerra a la Transición (1936-1975)
El Impacto de la Guerra Civil
El estallido de la Guerra Civil española marcó un antes y un después en el panorama literario del país. Numerosos poetas pertenecientes a la aclamada Generación del 27, junto con figuras como Juan Ramón Jiménez, León Felipe y Juan Gil-Albert, se vieron forzados a emprender el camino del exilio.
Rehumanización de la Poesía
A pesar del exilio de grandes figuras, la poesía española continuó su curso, marcada por una tendencia general hacia la rehumanización. Los poetas se volcaron en la expresión de sus vivencias personales a través de sus versos. En la década de 1940, esta corriente se bifurcó en dos vertientes principales: la poesía arraigada y la poesía desarraigada.
Poesía Arraigada y Desarraigada: Dos Caras de una Misma Moneda
Poesía Arraigada
La poesía arraigada se nutrió de temas como el amor, la familia y la patria. Entre sus máximos exponentes encontramos a Luis Rosales, con su obra "Retablo de Navidad", y Dionisio Ridruejo, autor de "Sonetos a la piedra".
Poesía Desarraigada
En contraposición, la poesía desarraigada se adentró en las profundidades de la existencia y la sociedad. La vertiente existencial se caracterizó por un tono amargo y angustiado, reflejando la desesperación del poeta ante su propia existencia. Eugenio García de Nora, con "Siempre", y José Hierro, con "Quinta del 42", son ejemplos paradigmáticos de esta corriente. Por otro lado, la poesía social se erigió como un altavoz de denuncia contra las injusticias sociopolíticas que asolaban España en aquel entonces. Gabriel Celaya, con "Cantos íberos", y Blas de Otero, con "Pido la paz y la palabra", se convirtieron en referentes de esta poesía comprometida, utilizando la palabra como herramienta de transformación social y denuncia de la falta de libertades.
La Generación del 50: La Poesía como Conocimiento
La década de 1950 trajo consigo una nueva hornada de poetas, conocidos como la "Generación del 50". Para ellos, la poesía trascendía la mera comunicación, convirtiéndose en una vía de conocimiento. Manteniendo la estética de años anteriores, abordaron temas relacionados con su experiencia personal, pero con una marcada finalidad estética. Ángel González ("Áspero mundo"), José Agustín Goytisolo ("El retorno"), Jaime Gil de Biedma ("Compañeros de viaje") y Claudio Rodríguez ("Don de la ebriedad") son algunos de los nombres más destacados de esta generación.
Ruptura y Vanguardismo: La Influencia de Pere Gimferrer
A comienzos de la década de 1960, la publicación de "Arde el mar" de Pere Gimferrer supuso un punto de inflexión en la poesía española. Esta obra marcó el inicio de una nueva tendencia que rompía con todo lo anterior, recuperando la concepción vanguardista de la poesía. Para estos poetas, la poesía era, ante todo, una creación estética con un fin en sí misma.
En cuanto a la temática, se observa un rechazo al intimismo y al confesionalismo, dando paso a universos místicos y simbólicos, así como a la transposición espacial. En el plano estilístico, se abogó por la libertad creadora y la experimentación. Pere Gimferrer y José María Castellet son dos de los autores más representativos de este periodo.
La Poesía Española desde 1975: Libertad Creativa
Desde 1975 hasta la actualidad, la defensa de la libertad creativa ha sido una constante en la poesía española. Autoras como Blanca Andreu ("De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"), Ana Rossetti ("Los devaneos de Erato"), Juan Borja ("El fuego y la ceniza") y Luis Antonio de Villena ("10 menos 30") son solo algunos ejemplos de la riqueza y diversidad de la poesía española contemporánea.