Evolución de la Poesía Española: Del Modernismo a la Generación del 27 y Miguel Hernández
Clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 4,84 KB
La Transición de la Poesía Española: Del Romanticismo al Modernismo
La poesía lírica española se encontraba en una encrucijada entre el Romanticismo y el Realismo. Solo la figura de Bécquer ofrecía un atisbo de modernidad. Mientras tanto, en Francia, triunfaba una poesía novedosa: el Simbolismo. Este movimiento marcó el comienzo de la poesía moderna y, junto a él, surgió el Parnasianismo.
El Modernismo y la Revolución Poética
El Simbolismo llegó a España en 1888 de la mano de Rubén Darío, con la publicación de Azul. Las innovaciones que trajo consigo implicaron una revolución comparable a la introducción de la poesía italianista del Renacimiento por parte de Boscán y Garcilaso. Esta innovación se denominó Modernismo, un movimiento que aglutinó la nueva literatura hispana e inauguró la poesía moderna, incorporando la música, el ritmo, el verso libre, entre otros elementos.
El Modernismo en España y la Generación del 98
El Modernismo en España no fue un movimiento homogéneo. De él surgió una ramificación literaria nacional: la Generación del 98. Poetas como los hermanos Machado, Marquina y Villaespesa comenzaron su trayectoria en el Modernismo. Sin embargo, solo Villaespesa, Machado y Marquina persistieron en este estilo. Otros autores tuvieron evoluciones diferentes: Juan Ramón Jiménez abogó por la "poesía desnuda", mientras que Valle-Inclán evolucionó hacia el esperpento, reflejando su particular visión de la realidad. Machado, tras una etapa modernista, se acercó a los planteamientos y temas de la Generación del 98.
Las Vanguardias y la Deshumanización del Arte
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, surgieron nuevos caminos poéticos que buscaban despojar al arte de su raíz sentimental y confesional. Este proceso se definió como la deshumanización del arte. Algunos jóvenes de la Generación del 27 dieron un nuevo impulso a la poesía española, siguiendo dos caminos principales:
- Vanguardias: Influenciados por diversas tertulias vanguardistas, como la del café Pombo, liderada por Ramón Gómez de la Serna.
- Poesía pura: Inspirada en la obra de Paul Valéry, quien comenzó en el Simbolismo y recibió una fuerte influencia de Mallarmé.
La Fusión Poética de la Generación del 27
Los poetas de la Generación del 27 se iniciaron en las Vanguardias y la poesía pura, influenciados también por la poesía intimista. Volvieron su mirada al Siglo de Oro, y su maestro inicial fue Juan Ramón Jiménez. Sin embargo, con el tiempo, estos poetas se emanciparon de su tutela y se distanciaron de él. Su obra marcó el inicio de la poesía contemporánea española, fusionando las Vanguardias y la poesía pura. No obstante, las convulsiones histórico-sociales de la época condujeron a una rehumanización del arte. Con la llegada de los años treinta, comenzó la poesía impura, y con el estallido de la Guerra Civil, los poetas transformaron su poesía impura en poesía comprometida.
Miguel Hernández: Síntesis Poética
Miguel Hernández, aunque cronológicamente pertenece a la Generación del 36, sintetiza en su evolución poética la modulación de los poetas del 27. Inició su formación en Orihuela y, siendo adolescente, conoció a los poetas de la Generación del 27. De este encuentro con la poesía culterana surgió la composición de octavas reales. Almarcha ayudó a Hernández a publicar su primer poemario, Perito en lunas, una colección de octavas reales que fusionan gongorismo, simbolismo y ultraísmo. Aunque conoció a García Lorca, quien siempre le rindió admiración, este lo ignoró. Sus verdaderos padrinos, quienes lo guiaron hacia la madurez poética, fueron Neruda y Vicente Aleixandre. Con ellos, se adentró en el camino de la poesía impura. Con El rayo que no cesa, aceleró su proceso de maduración. La llegada de la guerra lo llevó a la poesía comprometida y, más tarde, ya en la cárcel, encontramos a un Miguel Hernández más original y maduro.