Evolución del Poder Real y las Cortes en los Reinos Hispánicos (Siglos XIV-XVI)

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El Resurgimiento del Derecho Romano y el Poder Real

Desde el siglo XIV, el derecho romano resurgirá con nuevas ideas que tienden al absolutismo. Uno de esos principios, «Quod principi placuit legis habet vigorem» (Lo que place al príncipe tiene valor de ley), hizo fortuna, aunque no llegó a cristalizar plenamente hasta el advenimiento de los monarcas renacentistas a partir del siglo XV.

Las Cortes en los Reinos Hispánicos: Diferencias y Funciones

Castilla y León: Un Poder Legislativo Limitado

En Castilla y León, las leyes aprobadas en Cortes a petición del rey conformaron los ordenamientos. Sin embargo, las Cortes en este reino aún no significaban un auténtico Poder Legislativo, porque el Rey podía legislar sin su concurso, constituyendo su función principal la de votar los impuestos.

Corona de Aragón: Potestad Legislativa y Estructura

En cambio, en la Corona de Aragón, las Cortes tuvieron, desde Jaime I, verdadera potestad legislativa, impidiendo al soberano legislar sin su presencia.

Composición de las Cortes

  • Las Cortes Catalanas y las Cortes Valencianas constaban de tres brazos: los altos cargos eclesiásticos, los nobles y los representantes de las ciudades o brazo real.
  • Por su parte, en Aragón había un brazo más, ya que la nobleza se dividió en Alta (o ricos hombres) y Baja (o caballeros).

Navarra: Impuestos y Legislación

En Navarra, las Cortes legislaron poco, pero votaron los impuestos ordinarios y extraordinarios.

La Diputación: Un Mecanismo Derivado de las Cortes

En la Corona de Aragón y Navarra surgió un mecanismo derivado de las Cortes: la Diputación.

Organización Territorial de Castilla

Castilla se subdividió en 17 merindades; el merino se convirtió en un gobernador territorial.

Hacia la Unión de las Coronas y la Monarquía Hispánica

Desde la segunda mitad del siglo XIV hasta finales del siglo XV, hubo conflictos bélicos y enlaces matrimoniales que condujeron a la unión de Castilla y León con una Corona de Aragón en plena crisis social, que, no obstante, había conseguido extenderse a través del Mediterráneo.

Más tarde, los cinco reinos peninsulares quedaron reducidos a dos grandes bloques: el de la nueva monarquía hispánica. Se incorporaron Navarra y el Reino de Portugal a principios del siglo XVI.

Los Reyes Católicos y la Consolidación

Isabel la Católica (de Castilla), unida en secreto con el heredero de la Corona de Aragón, Fernando II, subió al trono de Castilla en el año 1474. El reino, turbado por una guerra civil a causa de la sucesión, no conoció la paz hasta después de la retirada de los portugueses y de la victoria de Toro en 1476. La posterior reconciliación con los nobles y la unión dinástica de las coronas de Castilla y Aragón marcaron el inicio de una nueva época.

Alfonso V «el Magnánimo»

Al morir Fernando I en el año 1416, le sucedió su hijo Alfonso V «el Magnánimo». Se convirtió en un monarca italiano y, a su muerte, dejó su territorio peninsular a su hijo bastardo, Fernando.

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