Evolución del Retrato y el Relieve en Roma: Arquitectura y Escultura Gótica
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Evolución del Retrato en la Época Romana
El Relieve Histórico-Narrativo en Roma
Características Generales de la Arquitectura Gótica
La arquitectura gótica emplea sillares de piedra bien labrados. Sus elementos esenciales son el arco apuntado y la bóveda de crucería, compuesta por arcos que se cruzan diagonalmente, llamados nervios, con una clave central. Este tipo de bóveda concentra los esfuerzos en cuatro puntos determinados en que apoyan los nervios cruzados, lo que permite prescindir de los muros macizos del Románico, sustituidos por amplios ventanales con vidrieras, de mayor luminosidad. Es más ligera al completarse los espacios entre los nervios con plementería, lo que permite elevar el conjunto. Al evolucionar el Gótico se emplean otros tipos de arcos (conopial, carpanel) y de bóvedas más complejas y decorativas (sexpartitas, de terceletes, de abanico, estrelladas, etc.).
Características de la Escultura Gótica
La escultura gótica se va a independizar de la arquitectura, con la que forma un conjunto armónico.
Materiales
La piedra, pero también se usa la madera, generalmente policromada, el marfil, el metal.
Técnica
La talla de piedra se hace mediante incisiones con cincel, taladro y trépano. Es más profunda que en el Románico; los plegados son voluminosos y curvados y las figuras se hacen reales.
Estética
Predomina el naturalismo, pero idealizado. Las figuras se humanizan, buscando el volumen de los cuerpos, el movimiento y la expresión de sentimientos en rostros y actitudes. La composición es clara y ordenada, organizándose las portadas en registros separados, pero evoluciona hacia una mayor confusión. El escultor gótico empieza a preocuparse por la profundidad. Todo se representa con gran detallismo.
Función Didáctica
Enseña a los fieles, por lo general analfabetos, los dogmas y principios del Cristianismo. La Iglesia domina el panorama cultural y las imágenes instruyen a los fieles, enseñándoles los caminos para llegar al paraíso. El hombre, creado por Dios, para salvarse debe imitar la vida de Cristo y de los santos, que se le ofrecen como modelo. Pero la imagen de Dios ya no es terrible y justiciera, como en el Románico, sino paternal, amable, cercana y misericordiosa; es un Dios de amor.
Temática
Es muy variada y su ubicación en el templo es fija. Los teólogos de la Iglesia son los responsables de imponer a los artistas las directrices y la iconografía. Se mantienen las fuentes iconográficas usadas en el Románico (la Biblia y los Evangelios apócrifos) pero aparecen otras nuevas: los temas marianos y las vidas de santos recogidas en la Leyenda Dorada. Hay también temas profanos.
Tipología
Junto a la escultura monumental, se desarrollan nuevos tipos en el interior de las iglesias: retablos, sepulcros, sillerías de coro, púlpitos... Alcanza gran desarrollo la escultura exenta.