Evolución de la Sociología: Escuelas y Debates Clave

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  • Segunda etapa de la sociología

  • Esta etapa tiene lugar en la última década del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial, coincidiendo con la segunda revolución industrial. La reorientación de la sociología se manifiesta en caminos muy diferentes según las escuelas y los países, haciendo que cualquier clasificación sea arbitraria. La escasa comunicación entre los sociólogos se reduce con frecuencia a marcar las propias diferencias de escuela. A pesar de esto, podemos identificar notas características de esta etapa.

    • Se observa el abandono del dogma evolucionista y, con él, la vieja fe en el progreso ilimitado de la humanidad.

    • Se cuestiona la suposición, heredada del racionalismo ilustrado, de que la convivencia social se asienta sobre bases racionales. En la línea de Schopenhauer y Nietzsche, se pone de relieve el carácter no-racional de las decisiones humanas, destacando el papel de los instintos y los sentimientos.

    • Se produce una reacción contra el positivismo, intentando dotar a las “ciencias del espíritu” de una metodología diferente de las “ciencias de la naturaleza”.

    • Las teorías marxistas se convierten en una línea definitoria de la sociología de la época, debido a los partidos políticos que se inspiran en ellas. Habrá controversia entre Durkheim y Weber por su influencia en la sociología.

    Es fundamental el carácter nacional de la sociología, fragmentándose en diferentes tradiciones locales, lo que da lugar a varias escuelas:

    Escuela francesa: Émile Durkheim

    Será la más rica e influyente. Suele considerarse como un caso extremo de “realismo social” porque otorga una existencia real, aunque sui generis, a los fenómenos sociales. Se argumenta que un hecho social es algo más que la mera suma de manifestaciones individuales y existe realmente al margen de los individuos. La conciencia colectiva es algo más que la simple suma de conciencias individuales.

    En este realismo se basa Durkheim para fundamentar su primera exigencia metodológica: tratar los hechos sociales como si fueran cosas. Esta es una clara orientación positivista, pero difiere de la concepción de Comte o Spencer, adoptando más un punto de vista funcional. Un hecho social puede considerarse explicado cuando llegamos a comprender la función de cohesión del grupo.

    Se habla de que Durkheim superó el evolucionismo. Señaló que las sociedades evolucionan desde la solidaridad mecánica, caracterizada por la similitud entre los miembros, la conciencia colectiva y la unidad cultural, hasta la solidaridad orgánica, basada en la disimilitud complementaria, con estados de conciencia colectiva más débiles y mayor dispersión cultural. Su evolucionismo no tendría nada que ver con Spencer, porque no existe la concepción “cósmica” de la evolución y porque en Durkheim la evolución de las sociedades se explica mediante mecanismos sociales. Con el crecimiento demográfico y la separación del trabajo, se produce un creciente proceso de diferenciación social, intentando explicar lo social desde lo social.

    Sociología alemana: Georg Simmel y Max Weber

    Simmel se considera el introductor del punto de vista “formal” en Sociología, ya que esta se diferencia por preocuparse por las formas que adquieren las relaciones sociales y no por su contenido. Las relaciones de superioridad-subordinación, jerarquía, son formas sociales identificables que se repiten en la sociedad al margen de su contenido.

    Simmel adoptó esta perspectiva por su interés en buscarle un objeto propio a la sociología, siendo coherente con el rechazo que se dio en Alemania a las pretensiones globalizadoras de la sociología. Se considera una más entre las ciencias sociales, y lo que urge es determinar su objeto con exactitud. A la vez, se dio en Alemania un gran interés por la sociología cultural y por la interpretación histórica, estimulado por la obra de Marx. Ambas corrientes confluyen en Weber, quien rechazó tanto la interpretación materialista de la historia y de la cultura como el análisis de la causación social. En obras como El espíritu del capitalismo, nos dice que en la explicación de los orígenes del capitalismo racionalista, fueron los ideales éticos calvinistas los que jugaron un papel relevante y no al revés.

    Weber rechazó la pretensión positivista de utilizar en las Ciencias del Espíritu los mismos métodos empleados por las de la Naturaleza. Las características especiales del objeto de estas ciencias hacen que el científico pueda comprender desde dentro el sentido que el actor añade a la acción. Weber definió la Sociología como el estudio de la acción social; así pues, una acción puede considerarse humana cuando el actor le añade un sentido. Si el sentido hace referencia a la acción de los demás, será acción social además, y al tener sentido interno, el sociólogo puede comprenderla desde dentro. Consideró que el carácter único e irrepetible de las acciones humanas no excluye que puedan utilizarse categorías universales o hacerse generalizaciones.

    Una comprensión cabal de los fenómenos sociales solo se logra si es causalmente adecuada. Para esto, Weber utilizó el término de “tipo ideal” y el método comparativo-histórico.

    Teoría italiana de las élites: Vilfredo Pareto y Gaetano Mosca

    En Italia, la figura de Pareto domina en este período. Una de sus aportaciones más destacadas será la consideración de la sociedad como un sistema en equilibrio, como un todo formado por partes interdependientes en el que la modificación de una de ellas afecta al todo, y en el que las acciones no-lógicas o residuos desempeñan un papel importante. El sistema económico se basa en el cálculo lógico y en la racionalidad, pero en el social intervienen los sentimientos; así, las sociedades serán sistemas de equilibrio dinámico.

    Destaca también por su teoría de la circulación de las élites, que postula que en todo sistema social existen unas minorías formadas por individuos altamente cualificados. Destaca la élite gobernante y la no gobernante; estas dos tendrán poder de convocatoria a las masas. El equilibrio dinámico se basará en una correcta circulación de élites en el poder. Mosca continuó esa línea, considerada como una reinterpretación del problema de la distribución y del ejercicio del poder alternativa a la de Marx.

    Sociología norteamericana: Sociología y Psicología

    La orientación evolucionista continuó gozando de prestigio. William Graham Sumner, por su parte, hizo contribuciones a la ciencia distinguiendo entre usos y costumbres, y entre extra-grupo e intra-grupo. Lo más relevante será la Sociología Psicología con Charles Horton Cooley, que posteriormente desembocaría en el interaccionismo simbólico y en la escuela culturista de personalidad en Antropología. De Cooley destaca la influencia mutua e interactuante entre el individuo y el grupo, poniendo de relieve la importancia del juicio del otro en la formación de la propia imagen de sí mismo, y el concepto de grupo primario. Por lo tanto, se interesaban por la perspectiva microsociológica.

  • Tercera etapa de la sociología

  • A partir de los años veinte, la sociología se ve condicionada por la ruptura de los marcos nacionales, lo que permite la adaptación de categorías analíticas y la elaboración de marcos teóricos utilizados por la comunidad internacional y que pretenden una validez universal al margen de las tradiciones culturales, aunque recientemente destaca el proceso de universalización. Por otra parte, vemos el proceso de institucionalización académica y profesional de la disciplina; se crean instituciones sociológicas y se consolida la imagen del sociólogo profesional.

    Esto marcó el desarrollo posterior de la teoría sociológica, al menos en los siguientes sentidos:

    • Proceso de especialización y diferenciación interna de la Sociología. En pocos años, el volumen de publicaciones crece exponencialmente hasta el punto de que la especialización se convierte en una necesidad. Los profesionales tienden a agruparse en torno a campos especializados que nacieron como ramas de la Sociología General, desarrollándose de tal modo que amenazan con reivindicar su propia autonomía, como la Demografía. La tentación universalista anterior deriva ahora en la especialización.

    • Incremento en la cooperación interdisciplinar entre las distintas ciencias sociales. Este proceso de especialización es una característica común a todas las ciencias humanas. Cada vez conocemos mejor aspectos más concretos del comportamiento humano. Entre los campos que se forman existe una profunda interrelación: la que deriva de compartir el mismo objeto material, aunque se le considere desde diferentes puntos de vista. De ahí que se haya visto la creciente necesidad de cooperación entre las ciencias humanas y sociales, patentizándose la relación entre individuo, sociedad y cultura. En este sentido, las investigaciones han tenido resultados inciertos por la ausencia de base conceptual y sentido común.

    • Desarrollo de los métodos y técnicas de investigación social. Esto se desarrolla a partir de la especialización. Desde el uso por Durkheim de estadística preexistente, ha habido un refinamiento de las técnicas de investigación empírica. La Sociología ha acentuado su carácter científico por una continua exigencia de rigor en la validez y fiabilidad de las técnicas de elaboración y recogida de datos. Por lo que esto se ha convertido en una labor de equipo que precisa de adecuada infraestructura.

    También es importante destacar las principales corrientes del pensamiento sociológico, aunque excede más de una pequeña reseña.

    • Teoría frente a investigación empírica. C. Wright Mills hará una crítica a dos “modos de hacer” sociología contrapuestos pero dominantes en el panorama político. Por un lado, los preocupados por elaborar una teoría general acerca de la sociedad; estos se mueven a un nivel de pensamiento tan general que sabrán lo que dicen, pero ignorarán si es cierto. Los segundos hacen del perfeccionamiento de las técnicas de investigación empírica y su aplicación al estudio de problemas concretos y con frecuencia irrelevantes; dan mucha importancia a las técnicas de análisis empírico hasta tal punto que renuncian a toda posibilidad de elaborar teorías.

      Para escapar del dilema, Mills plantea un método de hacer sociología menos profesionalizado y burocrático, más artesanal. Se necesita una cualidad mental que les ayude a usar la información y a desarrollar la razón para conseguir recapitulaciones lúcidas de lo que ocurre en el mundo y quizás dentro de ellos.

    • “Gran teoría” frente a “teorías de alcance medio”. Desde una perspectiva menos radical, Robert Merton propone la necesidad de hacer compatible la investigación empírica con la teoría. Como alternativa, propone elaborar teorías de alcance medio directamente ligadas a la observación empírica porque nacen de ella y, una vez contrastadas, dirigen nuevas vías de investigación. Serán teorías intermedias entre las estrechas hipótesis de trabajo que se proponen abundantemente y las especulaciones.

    • Modelos de consenso frente a modelos de conflicto. Donde se discute la polémica entre la aceptación de un modelo teórico de sociedad como un todo integrado y armonioso, o como el resultado de una permanente tensión y conflicto entre grupos antagónicos. Éstas se remontan a los orígenes mismos de la sociología. En todas las teorías de este modelo, el conflicto deja de ser algo patológico y coyuntural y pasa a ser considerado como un elemento inherente a la propia dinámica social. En la medida en que en toda la sociedad existen grupos desigualmente situados en el reparto del poder, la lucha y el conflicto forman parte del desarrollo interno de las sociedades.

    • Sociología “libre de valores” frente a Sociología comprometida. La pretensión de salvaguardar el carácter científico ha llevado a autores a defender la necesidad de liberarla de injerencias ideológicas o valorativas; el sociólogo debe abstenerse de emitir juicios de valor y adoptar una actitud neutra. “Atenerse a los hechos” y “tratar los hechos sociales como cosas” será el camino del positivismo. Por otra parte, se reconoce que los valores juegan un papel importante, ya que en la investigación se confunden sujeto y objeto, dado que el sociólogo se encuentra en el objeto de estudio, siendo el objetivismo total imposible. Los sociólogos deben ver que la objetividad científica no está reñida con la aceptación de los valores, siempre que lo reconozcan y que en la investigación se sometan a la crítica de la comunidad para llegar a la objetividad.

  • Objeto de la sociología y problemas epistemológicos

  • El problema epistemológico fundamental de la sociología se resume en una teoría muy simple: “s=o”. Este es un elemento fundamental que no ocurre en otras ciencias, pero aquí es imposible dejar de lado, como es el problema de la subjetividad y de la objetividad. Se dirá, pues, que la Sociología será una “ciencia blanda”, ya que en las “ciencias duras” el sujeto de la investigación es diferente al objeto de investigación; el investigador se queda fuera de la investigación (el sociólogo está dentro de la sociedad). Por esto, puede ser que en la sociología, al ser al revés, el investigador afecte con su subjetividad en el resultado de la investigación.

    La única solución desde el punto de vista sociológico es tomar conciencia de que cada persona tiene unas creencias propias y una ideología propia, y desde esa subjetividad intentar ser lo más objetivo, intentando desprenderse de esta subjetividad para que sus datos no estén tergiversados. Nos acercamos al concepto de intersubjetividad, ya que los datos y las muestras serán las que le darán razón y veracidad a la investigación, con el reconocimiento de la comunidad sociológica a través de la crítica y la depuración de varias mentes subjetivas.

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