Evolución del Teatro Español bajo el Franquismo: De la Censura a la Vanguardia
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El Teatro Español tras la Guerra Civil: Ruptura y Evolución bajo el Franquismo
La Guerra Civil significó para el teatro español una ruptura importante. Los grandes reformadores del 98 y del 27 murieron –como Valle-Inclán o Lorca– o tuvieron que exiliarse, como Alberti.
El Teatro bajo la Censura Franquista: Predominio Comercial
En la España de Franco se impuso una censura que hacía difícil una visión crítica de la realidad. Predominó el teatro comercial, pues la mayoría de los teatros y empresas eran privados y el público, burgués. Las formas dominantes fueron los dramas sociales seudocríticos y la comedia de salón. Representantes de este tipo de teatro son:
- Víctor Ruiz Iriarte (Academia del amor)
- Joaquín Calvo Sotelo (La visita que no tocó el timbre, 1950)
- Alfonso Paso (Usted puede ser un asesino)
El Surgimiento del Teatro Social y Existencial
Los estrenos de Historia de una escalera (1949) de Antonio Buero Vallejo y de Escuadra hacia la muerte (1953) de Alfonso Sastre abren el camino hacia un teatro distinto, de temas existenciales y sociales abordados con actitud crítica desde una estética realista. Buero y Sastre servirían de referente para el teatro social. Otros autores destacados de esta corriente son:
- Carlos Muñiz (El tintero)
- Lauro Olmo (La camisa)
- José Martín Recuerda (Las salvajes en Puente San Gil)
La Escisión en los Últimos Lustros del Franquismo: Comercial vs. Renovador
En los últimos lustros del franquismo continuó la escisión entre el teatro comercial y el teatro renovador. En el primero, los autores nuevos no lograron escapar de los convencionalismos, por ejemplo Jaime Salom y, en parte, Antonio Gala.
El Auge del Teatro Experimental y de Vanguardia
En cuanto al teatro renovador, en los años 60 y, sobre todo, desde 1970, se desarrolló una corriente de teatro experimental que rechazó el teatro comercial y se opuso a la estética realista, conectando con los grandes nombres del teatro de vanguardia como Artaud, Beckett, Ionesco y Grotowski.
El enfoque realista fue sustituido por otros de tipo simbólico o alegórico en busca del espectáculo total, en el que lo no verbal adquirió tanta o más relevancia que el texto. Se recurrió con frecuencia a la farsa, a lo grotesco y se dio entrada a lo alucinante y lo onírico.
Dramaturgos Clave y el "Teatro Subterráneo"
De entre el nutrido grupo de dramaturgos, aparte de uno de los autores más originales, Francisco Nieva (Pelo de tormenta), y Fernando Arrabal (Pic-nic), suelen citarse los autores del “teatro subterráneo”:
- Miguel Romero Esteo
- José Ruibal
- Luis Riaza
Estos autores apenas estuvieron presentes en las carteleras comerciales. A esta renovación contribuyeron los grupos de teatro independiente, casi el único soporte escénico de los autores mencionados, a pesar de que concedían mayor importancia al trabajo colectivo y al teatro de director que al texto.