Evolución del Teatro Español del Siglo XX a la Actualidad: Tendencias y Autores Clave

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El Teatro Español a Principios del Siglo XX hasta 1939

En el siglo XX, el teatro español se encontraba en una encrucijada, con la coexistencia de tendencias teatrales heredadas del siglo XIX, como el neorromanticismo y el realismo, y el surgimiento de un teatro renovador, aunque minoritario. Autores de la Generación del 98 y del 27, junto con figuras de corte novecentista y vanguardista, se esforzaron por transformar el panorama teatral español.

El Teatro que Triunfa

  • La comedia burguesa: Jacinto Benavente, reconocido por su habilidad técnica, introdujo una crítica sutil a los aspectos negativos de la sociedad en obras como Los intereses creados y La malquerida. También destaca Enrique Jardiel Poncela con su comedia burguesa poética, como en Cuatro corazones con freno y marcha atrás.
  • El teatro poético en verso: De corte antirrealista y modernista, evocaba el pasado glorioso español. Destacan el teatro histórico y el drama rural en verso, con autores como Eduardo Marquina (En Flandes se ha puesto el sol), Francisco Villaespesa (Abén Humeya) y Manuel y Antonio Machado (La Lola se va a los puertos).
  • El teatro cómico: Intranscendente y costumbrista, buscaba el humor a través de equívocos y juegos de palabras. Figuras clave son los hermanos Álvarez Quintero, con su representación de una Andalucía superficial y tópica (La reina mora o El genio alegre); Carlos Arniches, autor de la “tragedia burguesa” en un ambiente castizo (La señorita de Trévelez); y Pedro Muñoz Seca, creador del “astracán”, una parodia en verso que busca la comicidad en lo vulgar (La venganza de Don Mendo).

El Teatro que Pretende Innovar

  • El teatro del 98: Unamuno se caracteriza por la desnudez escénica y la ausencia de retórica ornamental, utilizando el drama para plasmar problemas obsesivos (Fedra). José Martínez Ruiz, “Azorín”, cultivó un teatro simbólico (Angelita). Valle-Inclán, con una clara vocación de ruptura e innovación, abarca desde los dramas decadentistas (El Marqués de Bradomín) hasta el esperpento, con obras como Divinas palabras y la trilogía Martes de carnaval.

Con Luces de bohemia, Valle-Inclán inaugura el esperpento, que él mismo define como “el sentido trágico de la vida se da con una estética deformada”. Sus rasgos distintivos son la deformación sistemática que revela lo negativo de lo humano, la presencia de personajes extraordinarios y caricaturas animalizadas, y la humanización y cosificación de lo humano.

  • El teatro del 27: Destacan figuras como Salinas, Alberti y Miguel Hernández. Otros dramaturgos sobresalientes de este teatro renovador y marginado fueron Jardiel Poncela y Miguel Mihura, renovadores del teatro humorístico; Alejandro Casona, que combina humor y lirismo (La dama del alba, donde la dama representa la muerte que llega a una aldea); y Max Aub, pionero en la revolución escénica, con comedias que tratan la incapacidad del hombre para comprenderse, entender la realidad y comunicarse.
  • Los Teatros de Arte en los años 20: Agrupaciones dedicadas a la renovación de la escena. Destaca “La Barraca”, con Federico García Lorca como representante. La evolución de Lorca abarca desde el modernismo (El maleficio de la mariposa) y el teatro de títeres (Los títeres de cachiporra) hasta el vanguardismo (El público o Así que pasen cinco años) y las tragedias de plenitud (Bodas de Sangre, La casa de Bernarda Alba).

El Teatro desde 1939 hasta Nuestros Días

La Guerra Civil supuso una gran pérdida para el teatro español, con la muerte o el exilio de sus mejores dramaturgos. La posguerra fue una época difícil, marcada por la censura, tanto del texto como de la representación, y la competencia del cine.

Años 40: Diversificación del Teatro

En los años 40, la influencia de la renovación teatral europea no pudo llegar a España. El teatro se diversificó en tres direcciones:

  1. Teatro continuista: Burgués, evasivo y acomodado, con comedias blandas que trataban temas como enredos amorosos, infidelidades, el honor y la honra. Autores representativos: José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo y Luca de Tena.
  2. Teatro cómico: Buscaba la risa del público no comprometido y criticaba las costumbres de la burguesía. Dos escritores con carácter renovador fueron Enrique Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un almendro) y Miguel Mihura (Tres sombreros de copa).
  3. Teatro en el exilio: De carácter comprometido, representado por Max Aub (San Juan) y Alejandro Casona (Los árboles mueren de pie).

Años 50: Teatro Social y Realista

El teatro de los años 50 reflejó las inquietudes sociales de la época a través de un teatro realista. Se criticaba la sociedad con un lenguaje que imitaba el habla coloquial. Destacan Antonio Buero Vallejo (Historia de una escalera y El tragaluz) y Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte y La mordaza).

Años 60-75: Teatro Experimental o Vanguardista

Bajo la influencia del teatro vanguardista europeo, se produce una amplia renovación dramática que afecta a los temas tratados (aparece el metateatro o el teatro de la crueldad) y a la escenografía (minimalista y simbolista). Destacan Francisco Nieva (Aquelarre y negra noche de Nosferatu) y Fernando Arrabal (El cementerio de coches). También se crearon grupos de teatro independiente que han llegado hasta nuestros días, como Els Joglars y La Fura dels Baus.

El Teatro Post-Experimentalismo y la Democracia

Tras el experimentalismo de los años 60 y 70, el teatro vuelve a la tradición y a la comedia realista. Destacan José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro), Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano), José Sanchís Sinisterra (¡Ay, Carmela!) y Fernando Arrabal (Pic-Nic).

En democracia, confluyen las tendencias y se funda la Compañía Nacional de Teatro Clásico (1983). El teatro contemporáneo se caracteriza por la integración de todas las artes y la ruptura con la idea de que el teatro solo puede ocurrir en una sala, dando lugar a subgéneros como la performance o el happening, que buscan la participación del público. Dramaturgos actuales son Carmen Resino (Premio Lope de Vega, con obras como Allegro) y Francisco J. Becerra (Paco Bezerra), Premio Nacional de Literatura Dramática 2017 por su obra Grooming.

Actualidad del Teatro en España

Actualmente, la actividad dramática depende del auge de los festivales de teatro en el territorio español, como el Festival del Teatro Romano de Mérida o el Festival de Teatro Clásico de Almagro (Ciudad Real), entre otros.

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