Existencialismo de Sartre y Ética Discursiva de Habermas: Ideas Clave
Clasificado en Filosofía y ética
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Sartre y Habermas: Dos Perspectivas Filosóficas Clave
Sartre: El Existencialismo y la Condena a la Libertad
- TEXTO SARTRE: Filósofo existencialista francés del S.XX, intentó hacer compatibles el existencialismo y el marxismo.
- El hombre está condenado a ser libre.
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El hombre no ha elegido existir, pero es responsable de todo lo que hace.
- La pasión no le determina a obrar de una manera determinada.
- No hay nada, ningún signo que le sirva de orientación, pues cada uno lo interpreta como quiere.
- El hombre está condenado a elegir cómo quiere ser constantemente, sin ningún tipo de ayuda.
- El texto tiene una estructura circular; la idea de la que parte como tesis, es también la idea a la que llega como conclusión: el ser humano está solo y condenado a ser libre. En la segunda y tercera idea, argumenta la tesis anterior apoyándose en la idea de que ni está determinado a obrar por las pasiones ni los signos le pueden servir de ayuda para orientarle, por eso concluye que el hombre es libre, y debe afrontar la tarea de inventarse totalmente solo.
- Para Sartre, el ser humano es un ser-para-sí, abierto, hueco, frente al ser-en-sí del ser de las cosas, opaco, lleno. El ser humano es quien introduce la nada en el mundo por el hecho de estar vacío, y esto se traduce en que el hombre es pura posibilidad, libertad absoluta, ya que no hay nada en él predeterminado. Sartre identifica el ser del hombre como ser libre, por eso afirma que está condenado a ser libre. Él tiene que hacer su propio camino, lo quiera o no. El hombre está totalmente solo, no hay un Dios que piense previamente su esencia, creador de valores y legislador, no hay excusas, no puede aferrarse a nada, ni a las pasiones como determinantes de su conducta, ni a los signos que aparecen sobre la tierra, pues siempre el hombre los interpreta como él quiere. El hombre es libre y responsable de sus actos ante él y ante los demás hombres, pues en cada elección el individuo elige al hombre, compromete a la humanidad entera. Esto genera en el individuo angustia, desamparo y desesperación.
Habermas: La Ética Discursiva y el Diálogo Racional
- TEXTO HABERMAS: Filósofo contemporáneo que pertenece a la segunda generación de la escuela de Frankfurt, y que desde una perspectiva neomarxista analiza problemas actuales como la multiculturalidad, el nacionalismo y el cientificismo.
- El diálogo basado en el discurso racional, como procedimiento más adecuado para resolver conflictos éticos multiculturales.
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Las personas de culturas diferentes, cuando participan en un debate ético, van dejando su punto de vista y se van poniendo en lugar del otro, hasta llegar a la inclusión completa de todos los intereses.
- La propia dinámica de la argumentación ética nos lleva a ser capaces de ponernos en lugar del otro.
- El procedimiento más adecuado para resolver conflictos éticos es el discurso racional.
- Argumenta cuál es la mejor manera de resolver conflictos éticos. Para ello, parte de la afirmación, como constatación de un hecho, de que en los debates multiculturales las posturas de los participantes se van acercando progresivamente, dejando a un lado puntos de vista particulares. En la segunda idea, presenta un argumento que apoya la afirmación anterior, y es que la misma naturaleza de la argumentación racional produce este acercamiento. En la tercera idea, concluye que el discurso racional es el medio más adecuado para resolver conflictos éticos, ya que estamos ante un procedimiento que tiene en cuenta todos los intereses y de forma equitativa.
- El texto aborda el problema de cómo se puede llegar a un acuerdo entre personas de diferentes culturas, que mantienen valores y costumbres distintas. Habermas considera que el diálogo racional es el procedimiento más adecuado para lograrlo, ya que una condición necesaria para que haya diálogo es que los participantes se vayan desligando poco a poco de sus puntos de vista particulares, de su propia perspectiva, y se vayan poniendo en lugar del otro. Si esto no fuera así, no sería posible el diálogo, pues cada uno permanecería de manera inamovible en su postura y no escucharía al otro. Por tanto, hay que tener en cuenta los intereses de todos los participantes, y de manera equitativa, excluyendo los privilegios y toda la posibilidad de manipulación. Solo así se podrán acordar pautas de actuación buenas para cada uno de los participantes, y que serán válidas en la medida en que puedan ser aceptadas por todos ellos.