El existencialismo de Sartre: libertad, responsabilidad y angustia

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Vocabulario Sartre

Visión técnica del mundo

La visión técnica del mundo tiene su origen en Platón. El Demiurgo, artesano del Universo, plasma las Ideas en la Materia. La esencia precede, por tanto, a la existencia. Esta visión del mundo se prolonga a lo largo de toda la Historia de la Filosofía y se consuma en el triunfo de la técnica. En el mundo técnico, el mundo artificial creado por el hombre, la esencia precede a la existencia. Sartre coincide aquí con Heidegger. Para este, el triunfo de la técnica a nivel planetario supone un modo de interpretar la realidad regido por la calculabilidad, la utilidad y la rentabilidad. El mundo y, el propio hombre, quedan reducidos a “cosa“. En ambos casos, Sartre y Heidegger recuperan aquella formulación del imperativo categórico kantiano según la cual es necesario tratar al hombre como un fin en sí mismo y no como un medio.

Existencialismo

El existencialismo es un movimiento filosófico que alcanza su máximo apogeo tras la Segunda Guerra Mundial en la figura de Jean Paul Sartre. Partiendo del ateísmo, la tesis básica del existencialismo es que la existencia precede a la esencia, es decir, que no existe una naturaleza humana que nos determine, sino que estamos “condenados a ser libres”. Frente al “ser-en-sí“, amorfo, sinsentido y causante de la “náusea”, existe el “ser-para-sí“, el hombre, capaz de proyectarse libremente en el porvenir. Nuestras decisiones determinan lo que somos y también comprometen al resto de la humanidad. Plantearse de ese modo la toma de decisiones implica necesariamente la angustia, el desamparo y la desesperación pues cada uno de nuestros actos determina qué será de la humanidad entera y, además, ni existe Dios ni ideas claras sobre el Bien y el Mal.

Proyecto

El ser humano está condenado a ser libre y, por tanto, a proyectarse en el porvenir. Es necesario distinguir entre el querer cotidiano consciente y el proyecto de vida profundo que hemos elegido. Cada una de nuestras decisiones obedece a ese proyecto, aunque, en ocasiones, no seamos conscientes del mismo. En este caso, el pensamiento de Sartre está muy próximo a Freud: existe una diferencia esencial entre lo que creemos que estamos haciendo y lo que realmente estamos haciendo.

Esencia/Existencia

La distinción esencia-existencia tiene su origen en Tomás de Aquino. Aristóteles había establecido las siguientes oposiciones: materia – forma y potencia-acto. Tomás de Aquino añade una tercera: esencia – existencia. Su objetivo es separar radicalmente a Dios de las criaturas. Al contrario que en Aristóteles donde las esencias son eternas, en Tomás de Aquino sólo en Dios coinciden la esencia y la existencia, sólo Dios es. Para el existencialismo, por el contrario, Dios no existe y el hombre es un ser en el que la existencia precede a la esencia, su naturaleza no viene dada de antemano por un ser superior. En definitiva, un ser que está “arrojado en el mundo” y “condenado a ser libre”.

Angustia

La angustia es el sentimiento que acompaña inevitablemente al hombre a causa de su libertad. El hombre se define por sus acciones y, al mismo tiempo, sus decisiones comprometen a la humanidad entera. Sartre reelabora el imperativo categórico kantiano. Tengo que pensar en mi voluntad como legisladora universal. El peso de esa responsabilidad es la causa de nuestra angustia. No sólo eso, sino que, siguiendo a Nietzsche, Dios no existe y tampoco la Idea del Bien, así que estamos solos a la hora de elegir. El desamparo, por tanto, es otra consecuencia de la libertad.

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