Exploración Clínica Bucal: Guía Completa de la Extraoral e Intraoral
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Exploración Clínica Bucal: Extraoral e Intraoral
Exploración Clínica Extraoral
La exploración clínica extraoral consta de dos partes: la exploración de cabeza y cuello (extraoral), y la del interior de la boca (intraoral).
Las fases de la exploración extraoral son:
- Inspección: Es necesario descartar asimetrías faciales que pueden deberse a un flemón o a una desviación del mentón. También hay que confirmar si hay cambios de coloración en la piel. El perfil es muy importante en ortodoncia; según la línea que une la punta de la nariz y el mentón, puede ser recto, cóncavo o convexo.
- Palpación: Es necesario descartar adenopatías en la zona submandibular y el cuello que indiquen un proceso inflamatorio en el interior de la boca. Se colocan los dedos índice y corazón por delante de la entrada del oído. Debe abrirse y cerrarse la boca para descartar ruidos o dolor en la ATM.
Exploración Clínica Intraoral
Esta exploración abarca los tejidos blandos bucales, los dientes y el periodonto:
- Mucosa Oral: Es el tejido blando que recubre el interior de la boca.
- Mucosa palatina: Está muy adherida al hueso subyacente y muestra rugosidades típicas en cada individuo.
- Mucosa yugal: Recubre el interior de las mejillas.
- Mucosa del suelo de la boca: Es más laxa y en ella están las carúnculas sublinguales.
- Mucosa labial: Recubre la cara interna de los labios. El rojo de los labios es un tejido intermedio entre la mucosa y la piel, llamado a veces semimucosa.
- Lengua: Consta de un dorso donde están las papilas gustativas y una parte ventral donde está el frenillo lingual.
- Faringe: En su parte bucal se le llama orofaringe y en su entrada están los pilares anteriores y posteriores, y entre ambos, las amígdalas.
- Exploración dental: Es la parte principal, ya que los problemas del paciente suelen estar en los dientes.
- Exploración periodontal: Tiene gran importancia, aunque muchas veces se pasa por alto. El aspecto de la encía, la presencia de sarro o cálculo y el estado del ligamento periodontal y el hueso alveolar son fundamentales para salvaguardar la integridad del diente.