Exploración de la Escultura Renacentista: Características, Materiales y Maestros del Quattrocento
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Escultura Renacentista: Características Generales
La escultura del Renacimiento refleja claramente la nueva mentalidad antropocéntrica del Humanismo y la vuelta a la Antigüedad clásica. Su tema central es la figura humana, en cuya representación se alcanza una gran perfección basada en un profundo conocimiento de la anatomía. El artista busca, además, la belleza, una belleza en muchos casos idealizada, estableciendo las proporciones ideales del cuerpo humano y retomando de nuevo el concepto de módulo. Aunque la temática seguirá siendo principalmente religiosa, también tendrán relevancia los temas históricos y los mitológicos. El retrato adquiere gran importancia como reflejo de la exaltación del individuo, una de las características más destacadas del Renacimiento, y se recupera el tema de la escultura ecuestre procedente de la Antigüedad, un tema que se había perdido durante la Edad Media. Desaparece la decoración escultórica de los edificios, en los que se busca precisamente la sobriedad, lo que supone una gran independencia de la escultura respecto al marco arquitectónico. Los materiales más utilizados por los escultores serán el mármol y el bronce, alcanzándose una gran perfección técnica en su trabajo.
La Escultura del Quattrocento
Los principales escultores del siglo XV son Ghiberti y Donatello.
Lorenzo Ghiberti (1378-1455)
Nace en Florencia, donde aprende el oficio de orfebre. En 1402 gana el concurso para realizar las puertas de bronce destinadas al baptisterio de Florencia. El resto de su vida trabaja en este encargo y en un segundo par de puertas, las llamadas del Paraíso. Es el primer escultor que basa su arte en el Humanismo y en la Antigüedad clásica.
Las Puertas del Baptisterio de Florencia
Las puertas del baptisterio de la catedral de Florencia constituyen un maravilloso conjunto artístico. Las primeras, dentro todavía de la tradición gótica, habían sido realizadas por Andrea Pisano en el Trecento y en ellas se ilustran escenas de la vida de San Juan Bautista. Las segundas y terceras puertas serán obra de Ghiberti. Las segundas le fueron adjudicadas tras un reñido concurso, en el que participó Brunelleschi, convocado por el gremio de comerciantes, y se realizan entre 1402 y 1424. En ellas se narran distintos episodios de la vida de Jesús. Las terceras puertas, calificadas por Miguel Ángel como las del Paraíso, le fueron encargadas directamente, al ser ya un escultor consagrado. Fueron realizadas entre 1425 y 1452. Ghiberti nos relata en diez recuadros diversos episodios del Antiguo Testamento. La obra está realizada en bronce mediante la técnica de la fundición. El escultor representa magistralmente la profundidad espacial mediante la gradación de volúmenes en sucesivos planos. Las figuras del primer plano están trabajadas en marcado alto relieve y en las del fondo se utiliza la técnica del schiacciato (aplastado) relieve en el que la talla sobresale lo menos posible pareciendo casi un dibujo, como si las figuras emergieran del fondo.