Exploración de los Géneros Dramáticos: De la Tragedia Griega a la Farsa Moderna
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Exploración de los Géneros Dramáticos
La Tragedia
La tragedia surgió del culto tributado a Dionisos[1] en la antigua Grecia. Se representaban originariamente en los templos. Los tres grandes trágicos son Esquilo, Sófocles y Eurípides. Su forma se adapta a las unidades aristotélicas[2] de espacio, tiempo y acción. Sus personajes son de rango superior y se expresan con un lenguaje elaborado. En la tragedia se muestran siempre conflictos irresolubles con finalidad edificante, en los cuales el ser humano aparece enfrentado a fuerzas invencibles. Con el pathos, subrayado por la intervención del coro[3], se pretende conmover al espectador y producir la catarsis.
La Comedia
La comedia nació también en las fiestas griegas dedicadas al dios Dioniso y las primeras representaciones se hacían en carros por los pueblos. La comedia antigua de los griegos conservaba un coro burlesco y llamativo. Más tarde, en el siglo IV a.C., nace la comedia nueva, cuyo principal autor es Menandro, desprovista ya de coro. Tuvo un gran auge en la Roma clásica, donde destacan las comedias de Plauto y Terencio.
La acción de la obra no siempre sigue el esquema de las unidades aristotélicas. En ella se imitan conflictos de la vida cotidiana protagonizados por personas corrientes o vulgares. Un rasgo común a todas sus formas es su final feliz.
La Tragicomedia
En la tragicomedia, el autor dispone la tensión dramática combinando personajes de distintas clases sociales, en situaciones alegres y dolorosas. También mezcla temas profundos y triviales.
Lope de Vega defendió esta forma como la más adecuada para representar toda la complejidad de la vida.
El Drama
El drama es otro género intermedio entre la tragedia y la comedia. Sus personajes sugieren identificación con sus cualidades.
Durante el Romanticismo fue el género dramático predominante.
El Auto Sacramental
El auto sacramental es una obra dramática de contenido teológico relacionado con el dogma de la eucaristía. Su argumento es variable, la acción se desarrolla siempre en un acto y los personajes desempeñan una función alegórica. Calderón de la Barca le dio su forma más perfecta. Rafael Alberti también cultivó el género.
El Entremés
El entremés es una pieza corta en un acto, que se intercalaba siempre entre dos actos de una obra más extensa. Sus escasos personajes son estereotipos cuya expresión abunda en vulgarismos y juegos de palabras. Protagonizan una elemental trama cómica, casi siempre basada en la burla o el engaño, y de marcado carácter costumbrista.
El Sainete
El sainete surgió en el siglo XVIII a partir del entremés. Es una obra breve, autónoma y carente de acción dramática. La forman varias escenas yuxtapuestas, protagonizadas por gran número de personajes, que encarnan tipos populares, con la intención de criticar vicios, circunstancias y costumbres sociales del momento. Suele incluir interpretaciones de piezas musicales y bailes.
Principales autores: s. XVIII, Ramón de la Cruz; principios s. XX, Carlos Arniches.
La Farsa
La farsa es una representación breve, de gran comicidad, que además del humorismo verbal incluye pantomimas, payasadas y música, organizadas alrededor de una anécdota cómica. Ramón del Valle-Inclán y Federico García Lorca son autores destacados.
El Género Lírico en el Teatro
La Ópera
La ópera es una obra cantada cuyos textos se basan en obras literarias. Wagner es un compositor destacado.
La Zarzuela
La zarzuela combina las piezas musicales cantadas y el diálogo hablado. Tiene un tono costumbrista y alegre.