Exploración y Percepción del Espacio: Desarrollo Humano y Artístico

Clasificado en Plástica y Educación Artística

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El Espacio como Creación Humana

El espacio se caracteriza por ser cambiante y adoptar una morfología diferente. Es producto de una actuación colectiva y debemos considerarlo un factor clave en la vida humana y en las relaciones sociales, del cual se extraen todos los recursos necesarios. Una vez que el ser humano se ha asentado en un espacio, debe enfrentarse al medio geográfico, adaptándose y adaptándolo a sus necesidades.

En resumen, el ser humano ocupa, organiza y controla el espacio. Cuando se establece, lo que ve son las condiciones naturales y las fuentes de riqueza. Organiza y controla el espacio según intereses socioeconómicos, políticos, estratégicos o culturales. Para ello, necesita la tecnología, cuyo desarrollo es producto de la actividad humana, depende de las necesidades de los grupos sociales, evoluciona según el grado de desarrollo de los pueblos y, en definitiva, proporciona la transformación del medio.

La Progresiva Ocupación del Espacio por el Ser Humano

Partiendo de que la Tierra no ha sido poblada por igual, debemos distinguir varias fases:

  • Fase 1: Núcleos agrícolas y grandes civilizaciones del Próximo y Lejano Oriente.
  • Fase 2: Las culturas de Grecia y Roma se expanden por el Mediterráneo y regiones cercanas.
  • Fase 3: Durante la Edad Media, los viajes y las exploraciones sufren un retroceso debido a las guerras, a excepción de los viajes de los Normandos, Árabes o las expediciones de Marco Polo a Asia.
  • Fase 4: Siglos XV y XVI, el mundo queda virtualmente recorrido (Descubrimiento de América).
  • Fase 5: Siglos XVII y mitad del XVIII, hay una nueva estancación en las exploraciones geográficas.
  • Fase 6: Segunda parte del siglo XVIII, hay nuevos viajes para descubrir hipotéticas tierras del hemisferio sur. Como consecuencia, se resolvió la incógnita del continente Austral.
  • Fase 7: Siglos XIX y XX, son decisivos para el descubrimiento de los espacios interiores continentales y para la exploración de las dos regiones polares.

La Influencia del Medio Físico en la Ocupación del Espacio

En función de su situación geográfica y de las características climáticas, los espacios naturales han sido más o menos propicios para el establecimiento del ser humano. Desde la prehistoria, los seres humanos, teniendo en cuenta las variaciones climáticas, se han concentrado alrededor de zonas naturales ricas que, además, les ofrecían relativa seguridad. A lo largo de los siglos, los seres humanos han colonizado ciudades enteras en función de sus intereses y necesidades.

Se sigue hablando de espacios ocupados y transformados por el ser humano (zona ecúmene) y de espacios inhóspitos (anecúmenes), como espacios calurosos o muy lluviosos.





El Aprendizaje de los Conceptos Espaciales

La Percepción del Espacio en el Niño

A la hora de saber cómo perciben los niños el espacio, tenemos que tener en cuenta las consecuencias del egocentrismo:

  • El niño solo puede percibir el espacio acorde con sus propias dimensiones.
  • Como consecuencia del realismo intelectual, el niño percibe el espacio como lo piensa, no como lo ve.
  • La lateralidad presenta una gran dificultad.

El niño no está preparado para conocer el mundo de los adultos, por eso lo transforma, de alguna manera, para reducirlo a sus propias dimensiones. Este espacio, donde el niño se siente bien, será sobre todo su propio cuerpo. Es un espacio que el niño descubre desde que nace y que pronto se abre al espacio exterior, construyendo un mundo extraño, su mundo, adaptándolo mediante una gran imaginación. Nuestra misión es reducir ese espacio. Piaget insiste en la noción de la perspectiva del espacio para el niño, que durante mucho tiempo resulta inconcebible. El niño no sabe ver el espacio; en él, el mundo exterior y su representación aún se encuentran mezclados.

El problema de la lateralidad tiene más importancia que los anteriores. El espacio para todos se divide en cuatro partes:

  • Lo que tenemos delante.
  • Lo que tenemos detrás.
  • Lo que tenemos a la derecha.
  • Lo que tenemos a la izquierda.

El reconocimiento de delante y detrás es fácil, pero no ocurre lo mismo con la derecha y la izquierda. Para Piaget, el niño de 5 a 8 años distingue lo que se halla a su derecha y a su izquierda, pero en la mayoría de los casos, le resulta imposible dar un paso a la derecha o a la izquierda de la persona que tiene de frente.

Evolución de la Forma de Aprehensión del Espacio

Podemos hablar de tres etapas:

  • Espacio vivido: el niño primero vive el espacio, las distancias y los recorridos. Por ejemplo, cuando come, no percibe la distancia de la cuchara a su mano. El bebé no comprende que no puede agarrar un objeto fuera de su alcance; no percibe ni concibe las distancias, solo las experimenta. Esta etapa es la del estado del "aquí". El niño vive el espacio del patio del recreo recorriéndolo, empezará a apreciar las distancias que le separan de los objetos que están situados lejos unos de otros, yendo a buscarlos.

  • Espacio percibido: el niño es capaz de percibir el espacio sin vivirlo biológicamente. Por tanto, si antes enseñar al niño a analizar el espacio solo era posible haciéndole vivir esas posiciones, ahora solo le hará falta percibirlas. Han desarrollado lo que los psicólogos llaman "distanciación del niño con la relación del espacio". El análisis del espacio lo harán ahora mediante la observación.

  • Espacio concebido: a partir de los 11 años. Las formas ya no reciben un contenido concreto, solo contienen relaciones; se trata del cuadrado, el rombo... Es la ley de la evolución infantil: de lo concreto a lo abstracto, de lo físico a lo mental y de lo experimental a la reflexión. Esta aprehensión de las categorías del espacio se realiza en dos direcciones:

    • En el sentido de la descentración.
    • En el sentido de la extensión del concepto.

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