Exploración de Personajes en 'La Casa de Bernarda Alba' de Lorca

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La Casa de Bernarda Alba: Un Estudio de Personajes

La casa de Bernarda Alba es la última pieza teatral escrita por Federico García Lorca. El dramaturgo terminó de escribirla el 19 de junio de 1936, justo dos meses antes de ser asesinado por el “bando nacional” al comienzo de la Guerra Civil Española. Esta obra es una tragedia debido al suicidio final de Adela y porque Lorca quería que los espectadores tomasen conciencia de los defectos de la sociedad, como el machismo, la intolerancia y la ausencia de libertad.

Personajes Principales

Bernarda

Bernarda, mujer de 60 años que ha enviudado dos veces. Caracterizada como tirana, mandona y dominante. Es una mujer autoritaria que cree ciegamente en la sociedad patriarcal. Además, el personaje subraya su poder llevando un bastón que recuerda el cetro de Júpiter.

María Josefa

María Josefa, de 80 años, se ve condenada a un largo encierro y suplica que la dejen salir para casarse en la orilla del mar, donde pretende dar a luz una saga de niños libres. El mar simboliza el amor sin barreras, la fecundidad feliz y la libertad. En María Josefa se proyectan los deseos y frustraciones de todas las hijas de Bernarda. Es, además, el personaje espejo de su nieta Adela.

Adela

Adela, de 20 años, la hija más joven de Bernarda, está marcada por un poderoso anhelo de libertad, que expresa tanto en acciones mínimas (usa un abanico de flores, se pone un vestido verde y contempla las estrellas) como trascendentes (se fuga en medio de la noche para acostarse con Pepe el Romano y tiene la osadía de quebrar el bastón de Bernarda).

Martirio

Martirio, de 24 años, de aspecto poco agraciado y enfermiza, tiene una personalidad compleja. Su frustración sexual se manifiesta tanto en el temor y rencor hacia los hombres como en una destructiva pasión y unos terribles celos. Su insatisfacción sexual se revela en su gusto por la ropa interior y el robo del retrato de Pepe el Romano. Siente celos hacia Angustias y, en especial, hacia Adela, su verdadera antagonista. Martirio será la responsable última del suicidio de su hermana.

Angustias

Angustias, de 39 años, es la hija mayor de Bernarda, fruto de su primer matrimonio. Es la más fea de las hermanas, según el implacable retrato de Magdalena; es enfermiza, caprichosa, un tanto infantil, y trata de suplir su falta de juventud y atractivo empolvándose la cara y usando perfumes caros. Su relación con Pepe se basa en el dinero.

Amelia

Amelia, de 27 años, emite juicios rotundos acerca de la condición femenina, el peso de la maternidad y la mordacidad de los vecinos. De carácter temeroso y acomodaticio, se niega a toda posibilidad de escape en un mundo que es un círculo de eterna repetición. No tiene insomnio.

Magdalena

Magdalena, de 30 años, muestra cierto desinterés por el entorno, pues se queda dormida como Amelia, y además desaparece a mediados del acto tercero para no reaparecer hasta el momento del desenlace. Una vez muerto su padre, convierte la idealización del pasado infantil en su vía de evasión. Su vida se ha reducido a permanecer sentada en una “sala oscura”.

Poncia

Poncia, de 60 años, es una de las criadas de la casa. Es una mujer murmuradora y enredadora. Es servil con su ama, Bernarda, a quien le guarda un profundo rencor. Sus comentarios humorísticos e irónicos facilitan una cierta relajación dramática.

Pepe el Romano

Pepe el Romano, aunque ausente en escena, su figura es omnipresente en los diálogos de las mujeres, contrastando con la asfixiante presencia de la masculinidad en la obra.

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