Explorando la Ciudadanía: Derechos, Teorías y su Construcción Permanente
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Perspectivas Fundamentales sobre la Ciudadanía y los Derechos
Liberalismo y Marxismo: Visiones Contrapuestas
El estudio de la ciudadanía y los derechos se enriquece con diversas perspectivas teóricas. Dos de las más influyentes son el liberalismo y el marxismo, que ofrecen marcos conceptuales distintos para entender la relación entre el individuo, la sociedad y el Estado.
Liberalismo
Desde la perspectiva liberal, los derechos individuales son anteriores a la sociedad. Se postula que la intervención del gobierno debe ser limitada para permitir que las personas se desarrollen plenamente, apoyando firmemente la libertad de pensamiento y expresión como pilares fundamentales de la autonomía personal.
Marxismo
En contraste, el marxismo sostiene que las libertades están profundamente influenciadas por las clases sociales y la lucha de clases. Bajo el sistema capitalista, la ciudadanía se considera limitada, ya que las desigualdades económicas y sociales restringen el acceso pleno a los derechos. El marxismo busca, por tanto, eliminar estas desigualdades sociales para lograr una ciudadanía verdaderamente universal.
La Evolución de la Ciudadanía: Aportes de Thomas H. Marshall
La Ciudadanía como Proceso Histórico y Evolutivo
La ciudadanía, en la actualidad, se concibe como un proceso continuo, dinámico y profundamente influenciado por el contexto social y político de cada momento histórico. Thomas H. Marshall, un sociólogo inglés, en su obra aborda la expansión de la ciudadanía a través de la adquisición progresiva de derechos civiles, políticos y sociales. Este proceso es descrito como histórico y evolutivo, donde la ampliación de estos derechos es el resultado de intensas luchas y conflictos sociales y políticos. Para Marshall, el conflicto actúa como el motor principal del cambio social, y la concesión de más derechos a las personas contribuye a la construcción de una sociedad más justa y democrática, capaz de enfrentar y resolver los problemas de desigualdad económica.
Clasificación de los Derechos según Marshall
Marshall propuso una clasificación de los derechos que se adquieren en el proceso de construcción de la ciudadanía, aunque enfatizó que, si bien su emergencia histórica fue secuencial, su adquisición individual no siempre sigue ese orden.
- Derechos Civiles: Son aquellos necesarios para la libertad individual, como la libertad de expresión, de pensamiento, de propiedad y de justicia.
- Derechos Políticos: Incluyen el derecho a participar en el ejercicio del poder político, ya sea como miembro de un organismo investido de autoridad política o como elector de sus representantes. Estos derechos, cuya expansión se consolidó significativamente tras la Primera Guerra Mundial, son a menudo considerados de primera generación en la secuencia histórica.
- Derechos Sociales: Garantizan un mínimo de bienestar económico y seguridad para todos los ciudadanos. Abarcan aspectos como el derecho al trabajo, la salud, la educación y la vivienda, y son considerados derechos de segunda generación.
Derechos de Tercera Generación
Más allá de la clasificación original de Marshall, han surgido los derechos de tercera generación. Estos incluyen el derecho a un ambiente sano, los derechos de los consumidores, la propiedad sobre el patrimonio común de la humanidad, el desarrollo independiente de los pueblos y el derecho a la paz. Marshall señaló que, una vez establecidos, los ciudadanos adquieren estos derechos de manera automática y no necesariamente en un orden generacional estricto.
Luchas Sociales y la Conquista de Derechos
El Reconocimiento de los Derechos Civiles
Los derechos civiles son fundamentales y se poseen por el simple hecho de existir como seres humanos. Sin embargo, su reconocimiento efectivo y su consagración por parte del Estado han requerido históricamente de significativas luchas sociales y políticas. La Revolución Gloriosa en Inglaterra en 1688 es un ejemplo paradigmático, donde la burguesía luchó pacíficamente contra la monarquía para establecer y consagrar estos derechos esenciales.
Los Cacerolazos como Manifestación Espontánea
Un ejemplo contemporáneo de manifestación social, aunque no directamente vinculada a la conquista de derechos fundamentales en su origen, son los cacerolazos. Estos son una forma de manifestación espontánea, sin estar encuadrados en ningún movimiento sindical ni partidario, que expresan el descontento o la demanda ciudadana.
La Ciudadanía y los Derechos Políticos
Los derechos políticos son esenciales para la participación activa de los ciudadanos en la vida pública, como el fundamental derecho al voto. Su existencia y expansión son el resultado de largas y a menudo arduas luchas sociales y políticas a lo largo de la historia.
La Ciudadanía Social y el Bienestar
La ciudadanía social se materializa a través de los derechos sociales, que garantizan un mínimo de seguridad y bienestar para todos, permitiendo satisfacer necesidades económicas, sociales y culturales básicas. Estos incluyen el derecho al trabajo, la salud, la educación, la vivienda y la alimentación. La conquista de estos derechos fue un proceso más tardío en la historia de la ciudadanía.
Ciudadanía Plena e Interdependencia de los Derechos
Mientras los trabajadores luchaban por la protección y expansión de los derechos sociales, simultáneamente reclamaban la plena efectividad de los derechos civiles y políticos, que históricamente no habían sido plenamente accesibles para grupos como las mujeres y los sectores más empobrecidos. Para acceder a muchos programas sociales y beneficios, es indispensable poseer la condición jurídica de ciudadanía civil, es decir, ser reconocido formalmente por el Estado como ciudadano.
El Rol de los Sindicatos en la Defensa de Derechos Sociales
Los sindicatos pueden ser definidos como organizaciones estables de obreros y empleados de una misma actividad o sector, que se unen de manera voluntaria con el objetivo primordial de defender sus derechos e intereses comunes. Han jugado un papel crucial en la conquista y protección de los derechos sociales.
Ciudadanía: Una Obra Permanente en Construcción
El Vínculo Conflictivo entre Ciudadanos y Estado
La ciudadanía representa un vínculo fundamental que une a las personas entre sí y con el Estado, y su existencia requiere un mínimo de democracia. Este vínculo, lejos de ser siempre armonioso, es inherentemente conflictivo, ya que implica constantemente relaciones de poder y luchas continuas para acceder a derechos, definir prioridades sociales y moldear el futuro colectivo.
Tipos de Ciudadanía: Asistida vs. Emancipada
Dentro de este marco dinámico, se pueden distinguir dos grandes grupos o modelos de ciudadanía:
Ciudadanía Asistida o de Baja Intensidad
Se observa en sociedades fragmentadas, caracterizadas por la existencia de pequeños grupos y una baja cohesión social. En estos contextos, el espacio público y el bien común suelen estar desvalorizados, predominando la pobreza y un Estado con capacidades muy reducidas, lo que dificulta significativamente la aplicación efectiva de los derechos sociales.
Ciudadanía Emancipada o de Alta Intensidad
En este modelo, predomina el interés del conjunto social. Se basa en el reconocimiento de que los ciudadanos tienen una capacidad de acción significativa, que se manifiesta a través de su participación activa en la vida comunitaria y el respeto mutuo de sus derechos y obligaciones.