Explorando la Crítica de la Razón Pura de Kant: Fundamentos del Conocimiento y Límites de la Metafísica

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La Crítica de la Razón Pura de Kant: Estética, Analítica y Dialéctica Trascendental

La Crítica de la Razón Pura de Immanuel Kant se estructura en tres partes fundamentales que el filósofo denomina: Estética Trascendental, Analítica Trascendental y Dialéctica Trascendental. Cada una de estas partes se corresponde con una facultad del conocimiento humano: la sensibilidad, el entendimiento y la razón, respectivamente. Asimismo, estas divisiones abordan el estudio de tres tipos de conocimiento que interesaban profundamente a Kant: las matemáticas, la física y la metafísica.

Estética Trascendental

La Estética Trascendental se ocupa de las condiciones sensibles del conocimiento.

Condiciones Sensibles: Espacio y Tiempo

Kant sostiene que para que pueda darse el conocimiento sensible se necesitan dos condiciones fundamentales: el espacio y el tiempo. Estas condiciones son universales, necesarias y trascendentales. Kant las denomina "formas a priori de la sensibilidad" e "intuiciones puras". El espacio y el tiempo son formas, lo que significa que son el modo en que percibimos las impresiones particulares. Son a priori porque preceden y posibilitan la experiencia, y de la sensibilidad porque constituyen el conocimiento sensible. Al afirmar que son intuiciones, Kant indica que son condiciones previas de toda experiencia, y son puras porque se van llenando con las impresiones provenientes del exterior.

Los Juicios Sintéticos a priori en Matemáticas

Según Kant, todos los juicios que se dan en matemáticas (tanto en geometría como en aritmética) tratan sobre el espacio y el tiempo. Estos juicios aportan información nueva (son sintéticos), son universales y necesarios (son a priori). Por lo tanto, Kant afirma la existencia de los juicios sintéticos a priori en las matemáticas.

Analítica Trascendental

La Analítica Trascendental se centra en las condiciones del entendimiento.

Las Condiciones del Entendimiento

La sensibilidad nos sitúa frente a una variedad de impresiones en el espacio y el tiempo, pero percibir fenómenos no es comprenderlos. Si percibir es la función propia de la sensibilidad, comprender es la función del entendimiento. De esto se ocupa Kant en la Analítica Trascendental, mediante el estudio de las categorías o conceptos puros del entendimiento.

La Función del Entendimiento: Comprender

Comprender un fenómeno es poder referirlo a un concepto, es decir, subsumirlo bajo una categoría del entendimiento.

Dialéctica Trascendental

En la Dialéctica Trascendental, Kant se ocupa de la posibilidad o imposibilidad de la metafísica como ciencia, así como de la naturaleza y el funcionamiento de la razón.

La Imposibilidad de la Metafísica como Ciencia

La metafísica, entendida como un conjunto de proposiciones acerca de realidades que están más allá de la experiencia posible, es imposible como ciencia. Esto se debe a que las categorías del entendimiento solo pueden aplicarse legítimamente a los fenómenos (lo que se nos aparece en la experiencia). Fuera de la experiencia, su aplicación es ilegítima y da lugar a errores y contradicciones. La misión de la Dialéctica Trascendental consiste en mostrar que estos errores provienen de pasar por alto la distinción fundamental entre fenómeno y noúmeno. La Dialéctica Trascendental es, por tanto, una crítica de la razón en su pretensión de alcanzar lo que está más allá de la experiencia posible. Aunque esta aplicación de las categorías fuera de los límites de la experiencia es ilegítima, Kant reconoce que es una tendencia inevitable de la razón humana.

La Naturaleza de la Razón Pura

El conocimiento intelectual no se limita a formular juicios, sino que conecta un juicio con otro, formando razonamientos. La razón tiende a encontrar juicios que expliquen un mayor número de fenómenos, construyendo así la ciencia.

La Razón y la Metafísica: Los Ideales de la Razón

La razón tiende a buscar leyes cada vez más generales. Mientras esta búsqueda se mantiene dentro de los límites de la experiencia, es eficaz y amplía nuestro conocimiento. Sin embargo, la razón nos lleva a traspasar los datos sensibles en busca de lo incondicionado. Así, los fenómenos físicos se pretenden unificar y explicar por medio de teorías metafísicas acerca del mundo; los psíquicos, por medio de teorías acerca del alma; y otros, por teorías acerca de una causa suprema, Dios. Estos conceptos (mundo, alma, Dios) constituyen los ideales de la razón y juegan un papel muy peculiar dentro de nuestro conocimiento: no nos proporcionan conocimiento objetivo, sino que nos indican que hay que seguir avanzando en la búsqueda de la unidad y la coherencia del saber, sirviendo como principios regulativos para la investigación científica y moral.

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