Explorando el Desasosiego y la Locura en el Arte: De Goya a Géricault
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El Despertar del Desasosiego
El Grabado y el Dibujo: Diferencias Clave
Para realizar un grabado, se requiere un dibujo previo. Por lo tanto, entre el dibujo y el grabado existe cierta diferencia. En 1797, Goya realizó "El despertar del desasosiego", que pensaba utilizar como frontispicio de esta imagen. La mente vaga por lugares que no están sometidos a lo racional. Esta imagen es la primera donde se configura ese poder de lo mental más allá de lo físico. Sabemos que los monstruos que aparecen en esta viñeta son elementos que están en su cabeza y cobran vida.
El Mundo de la Locura en el Siglo XVIII
En el siglo XVIII, la locura aparece como un tema, en principio, de salud pública. Aparentemente, es fácil decir quién está loco. La idea de lo irracional también está presente en lo racional. Dos vertientes de la pintura de Goya muestran su interés por la violencia humana: el ser humano y sus acciones violentas, y el subconsciente de violencia. Goya nos presenta imágenes de lo que hicieron los franceses en España. Reflexiona sobre el lado oscuro de las personas. Goya también hizo pinturas negras.
Henry Fuseli y los Visionarios
Henry Fuseli, artista suizo, pertenece al grupo llamado los Visionarios, quienes se dedicaban a la evocación de escenas que están en la mente, en su imaginación. Evocan sus inquietudes espirituales, dan forma corpórea a aquello que les obsesiona. Utiliza los monstruos para diferenciarlo de la belleza. En el subconsciente aparecen signos que nos evocan pulsiones que son irrepresentables. La postura yacente de "La pesadilla" es una postura de entrega sexual, pero no placentera, sino que la pesadilla de esa mujer es la violación. El mono es una figura de hipersexualidad. Aunque la figura femenina todavía responde a cánones de la Academia, es una figura que no tiene la estabilidad del mundo clásico.
William Blake y la Estética de lo Fantástico
Dentro del grupo de los Visionarios, encontramos a William Blake. Su obra se caracteriza por la estética de lo fantástico, de la existencia de los dobles mundos. Para entender a Blake, hay que asumir su condición literaria; además de ser pintor, era escritor. Sentía fascinación por un mundo más espiritual. La mayor parte de su obra consiste en ilustraciones donde se mezcla la narración. La idea de animalizarse está muy presente. Frente a la idea del optimismo del progreso, Blake escribió "The Book of Urizen". Urizen es una especie de dios implacable, la representación de lo doloroso y angustioso, un dolor que está más allá de lo físico.
Théodore Géricault y "La Balsa de la Medusa"
"La balsa de la Medusa" de Théodore Géricault es un cuadro grande que se encuentra en el Louvre y representa un hecho que ocurrió realmente. Muchos murieron, pero algunos sobrevivieron y subieron a una balsa. La lectura que se hizo es metafórica: evoca a toda la humanidad que divisa en el horizonte una salida. Lo que interesa del cuadro es ese sentido de esperanza en medio del mar. Hay otras personas que se han dado por vencidos y reflexionan acerca de la muerte. La representación de los cadáveres siempre es impactante. La muerte es lo que más conmueve a la humanidad (contradicción entre muerte y esperanza). Explora un mundo mental.
Géricault y la Representación de la Locura
Una parte de la obra de Géricault se dedica a la representación de la locura. Junto a un médico, se dedicó a representar los rasgos de los locos. Por lo general, quien sufre de una enfermedad mental no es visualmente reconocible, solo en un grado de abandono muy avanzado. Estos recursos plásticos son caracterizaciones que han sobrevivido hasta nuestros días.