Explorando el Espacio: Geográfico, Subjetivo y Desarrollo Cognitivo
Clasificado en Psicología y Sociología
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Espacio Geográfico y Subjetivo
El espacio geográfico es el objeto de estudio de la geografía y se define como el marco donde “entran en interacción los elementos del medio físico-natural y social”. En la etapa de primaria, ha de referirse igualmente al propio entorno del alumno: el aula, la casa, la escuela o el barrio.
El espacio subjetivo es único y personal, cuyas características y representación dependerán de la percepción propia del individuo, que bebe del entorno sociocultural en el que se mueve, de las experiencias en él vividas y la vinculación emocional o sensaciones que estos lugares producen.
La experiencia espacial está condicionada por múltiples factores: la capacidad de movilidad de los individuos (con mayor movimiento y mayor libertad espacial, disponen de mayor cambio de acción y autonomía sobre el espacio, más experiencias y habilidades espaciales).
Aprender a Pensar en el Espacio
Significa aprender a resolver problemas de orientación, tomar decisiones sobre itinerarios, saber leer un mapa de carreteras o un esquema topológico de metro, comprender las redes espaciales, etc.
Teorías sobre el Desarrollo de Conceptos Espaciales
Piaget e Inhelder establecen una evolución de los individuos desde sus primeros años de vida basándose en la capacidad de diferenciación progresiva de las propiedades geométricas del espacio, que se producirá de manera paralela al crecimiento del individuo y siguiendo un esquema evolutivo. A la hora de conceptualizar el espacio, se diferencian las estructuras:
- Topológicas: referidas a la proximidad, separación, apertura y cierre.
- Proyectivas: asociadas a los desplazamientos, medida, coordenadas o sistemas de referencia.
- Euclidianas: referidas al espacio matemático, geométrico y localizable en un eje de coordenadas.
El primer estadio coincide con lo que Piaget denomina etapa preoperatoria (2-7 años) y se define por la percepción de las propiedades topológicas del espacio. A los 2 años, el conocimiento que se posee del espacio es egocéntrico y limitado a su propia experiencia corporal. A los 4 años, comienzan a comprender las relaciones entre los propios objetos. El niño comienza a reconocer posiciones, límites y contornos de los objetos del espacio y es capaz de representarlo en relación a estas relaciones, pero el resultado es la representación de un espacio inconexo a partir de su propia experiencia. En cuanto a la localización y orientación, pueden reconocer lo que se encuentra delante, detrás, a derecha y a izquierda. Izquierda y derecha requieren mayor dificultad y aprenderán progresivamente.
Luquet: 3 Fases en el Desarrollo de la Representación Espacial
- Realismo fortuito: A los 2 años, el dibujo infantil se corresponde con garabatos sin intencionalidad concreta de representar objeto alguno. Después, presentan intencionalidades concretas e intentan seguir modelos determinados. A los 5 años, se evoluciona hacia un realismo intelectual e incorporan todos los atributos y características del objeto, pero siguen sin tener perspectiva visual. A los 7 años, se definen volúmenes y perspectivas al relacionar los elementos en el espacio y al predecir objetos desde diversos ángulos, siendo capaces de anticipar la forma de un objeto a partir de su dibujo o representación.
- Operaciones concretas: Adquiere destrezas para leer e interpretar representaciones del espacio y puede realizar las suyas propias con un alto grado de coherencia. Van pasando al realismo visual. A los 8-9 años, se representan las características visibles de un objeto desde un punto de vista, se tienen en cuenta las proporciones métricas y se estructuran los dibujos con más detalle, coordinación y continuidad.
- Estadio de operaciones formales: A partir de los 11 años, se puede conocer y comprender el espacio sin la necesidad de experimentarlo previamente.