Explorando la Filosofía de Immanuel Kant: Conocimiento, Moral y la Razón Pura

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La Filosofía de Immanuel Kant: Conocimiento, Moral y la Razón Pura

Immanuel Kant, en su obra cumbre Crítica de la razón pura, aborda la fundamental pregunta: ¿Qué puedo conocer? Su propósito es trascender tanto el escepticismo empirista como el dogmatismo racionalista, examinando el origen, los límites y la viabilidad del conocimiento científico. Kant postula que el conocimiento científico se fundamenta en juicios sintéticos a priori, los cuales expanden nuestro saber y poseen validez universal y necesaria. Estos juicios son inherentes a disciplinas como las Matemáticas y la Física, pero no se encuentran en la Metafísica, que carece de un progreso comparable debido a sus interminables disputas.

El Idealismo Trascendental de Kant

La Crítica de la razón pura se estructura en tres secciones principales:

  1. Estética Trascendental

    Estudia las condiciones sensibles del conocimiento, es decir, el espacio y el tiempo, que Kant denomina intuiciones puras. Estas son a priori y posibilitan los juicios sintéticos en las Matemáticas.

  2. Analítica Trascendental

    Examina el rol del Entendimiento, la facultad que organiza los fenómenos mediante categorías puras a priori (como la causalidad o la totalidad), elementos esenciales para el conocimiento científico.

  3. Dialéctica Trascendental

    Investiga la posibilidad de la Metafísica como ciencia. Kant concluye que es inviable, ya que sus objetos (Dios, el alma, el mundo) no son fenómenos y, por ende, no pueden ser conocidos de manera legítima.

Kant designa su sistema filosófico como Idealismo Trascendental, dado que solo podemos conocer los fenómenos, no los noúmenos (la “cosa en sí”). Esta es su célebre revolución copernicana: el objeto de conocimiento se adapta a la estructura cognoscitiva del sujeto. Finalmente, Kant diferencia entre el uso regulador de la Razón (que busca unificar el conocimiento) y el uso ilegítimo, que intenta transformar ideas metafísicas en realidades. Mientras la Razón Pura no puede afirmar estos contenidos, la Razón Práctica sí puede hacerlo en el ámbito moral.

El Formalismo Moral Kantiano

Kant sostiene que la razón no solo posee una función teórica para conocer, sino también una función práctica para establecer principios morales. La moralidad, según Kant, no debe depender de experiencias o intereses individuales, sino de principios universales y autónomos.

Las éticas precedentes eran materiales, es decir, se basaban en fines externos (como la felicidad o el placer), lo que las hacía empíricas (dependientes de la experiencia) y heterónomas (impuestas por factores externos). En contraste, Kant propone una ética formal, fundamentada en el imperativo categórico, que prescribe la acción sin depender de objetivos personales.

Formulaciones del Imperativo Categórico

Las principales formulaciones del imperativo categórico incluyen:

  1. Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal.
  2. Trata a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin en sí mismo y nunca meramente como un medio.

Para Kant, la moralidad solo es posible si actuamos por deber, no por interés. Además, su ética presupone la existencia de un mundo nouménico, donde se encuentran tres postulados esenciales:

  1. Libertad

    Es la condición necesaria para la moralidad, ya que sin ella no existiría la posibilidad de elección moral.

  2. Inmortalidad del Alma

    Necesaria para alcanzar la perfección moral plena, que trasciende la vida terrenal.

  3. Dios

    La garantía última de la justicia moral y de la felicidad para aquellos que actúan virtuosamente.

Así, la tercera pregunta kantiana es: ¿Qué puedo esperar si hago lo que debo? La respuesta es que, si obramos moralmente sin esperar recompensa, podemos aspirar a la felicidad, cuya garantía final reside en Dios.

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