Explorando la Filosofía de Platón: Ontología, Dialéctica e Inmortalidad del Alma
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El orden de la realidad. El dualismo ontológico implica una jerarquía:
- El mundo inteligible está situado en un nivel superior al mundo sensible. Los objetos sensibles serían copias de las ideas.
- Dentro del mundo inteligible, las formas estarían por encima de los objetos matemáticos y pueden ser múltiples.
- Entre las mismas formas o ideas se tienen que distinguir diversos grados:
- Las ideas de los objetos naturales y artificiales.
- Las ideas de los conceptos matemáticos.
- Las ideas referidas a asuntos estéticos, morales y políticos.
- La idea del bien, del cual derivan el resto de las ideas y será el objeto de la dialéctica. Conocerla será una condición necesaria para que el gobernante pueda gobernar.
En La República, su obra más importante, se expone la teoría ontológica y epistemológica platónica. El mundo inteligible está formado por imágenes, reflejos, objetos naturales y artificiales, imaginación (artes), creencias y ciencia de la naturaleza. El mundo sensible está formado por objetos matemáticos, ideas, realidad, pensamiento discursivo, matemáticas, inteligencia, dialéctica.
La Dialéctica Platónica
La dialéctica es la ciencia de las ideas o formas. Reconoce qué parte de la hipótesis para ir ascendiendo en el razonamiento hasta llegar a una definición no hipotética, universal, clara y objetiva. La dialéctica permitía establecer las definiciones de las ideas y analizar las relaciones entre las ideas:
- La idea del bien sería la más importante.
- Muy cerca de la idea del bien estarían las ideas de la belleza y de la justicia.
Para completar la noción de la dialéctica hay dos sentidos:
- La dialéctica ascendente que, a través del razonamiento dialéctico de la discusión sobre objetos sensibles, llega a la definición de las formas y es un movimiento de elevación.
- La dialéctica descendente que, partiendo de la idea del bien, pasa a analizar las ideas.
La Persistencia y la Inmortalidad del Alma
La persistencia y la inmortalidad del alma. Esta visión dualista sobre el ser humano que tiene Platón está influida por las teorías pitagóricas. El alma es una entidad autónoma, eterna, inmortal y material, que se encierra en un cuerpo y le da vida. El cuerpo es material creado e inmortal. La personalidad del individuo, el yo auténtico, estaría en el alma. En el Fedón, Platón desarrolla algunos argumentos para demostrar la inmortalidad del alma, y critica la concepción pitagórica del alma como armonía. Si el alma fuese armonía sería como el caso de un instrumento musical. Platón dice que si los muertos se originan de los vivos, los vivos se crean de los muertos, ya que todo se originaría de lo contrario. En esta obra Platón también expone el argumento de la reminiscencia en el cual recorre el conocimiento innato que tenemos de las formas o ideas si el alma invisible e indivisible también será inmortal y eterno. El alma tiene el conocimiento de las ideas y hay un estado en contacto en el mundo inteligible antes de unirse con el cuerpo.
Los Diálogos Platónicos
Los diálogos platónicos son disputas de noticias entre personas reales convertidas en ficticias. Platón intenta confrontar ideas mediante la discusión dialéctica. Utiliza numerosos mitos que no son presos de la tradición mítica griega, sino que son mitos de invención propia. Platón inventa el mito filosófico como un elemento de reflexión de lo que es oscuro y difícil. Diálogo y mitos son los momentos inseparables y esenciales de la reflexión filosófica. Los diálogos más importantes son La Apología de Sócrates (dónde nace la figura y la muerte de su maestro y amigo), el Fedón (inmortalidad del alma), el Fedro (dónde analiza el problema de la belleza), El Banquete (camino hacia el mundo de las ideas), La República (la obra más importante y habla de la educación del ciudadano en la polis), el Timeo (el origen del universo).